Si sumamos las sucesivas sequías que ha padecido el Bajo Duero (unidad a la que pertenece Zamora capital) desde 1980, equivaldrían a 6,8 años. Es decir, desde octubre de 1980 a agosto de 2017 han pasado 443 meses. Pues bien, el 18%, es decir, durante 82 meses ha habido situación de sequía, como la que padecemos este año. Ha habido en este tiempo 18 episodios de sequía y el más prolongado fue de 12 meses, de octubre de 2011 a septiembre de 2012. En el caso del Tera, el sistema que afecta a Benavente, en ese periodo ha estado en situación de sequía 94 meses desde 1980 a la actualidad. Han sido 17 secuencias, la más prolongada de 22 meses desde octubre de 1991 a julio de 1993. Más allá, por tanto, de la utilidad que tenga el Plan de Sequía que está renovando la Confederación Hidrográfica del Duero para el actual episodio, las previsiones que contiene pueden servir también para más temporadas. Echando la vista atrás, la sequía afectó al Bajo Duero de forma moderada y al Tera de forma leve en los años 2011 a 2013; en la temporada 2004-2005 se produjo otra sequía moderada en el Bajo Duero y leve en el Tera. Hubo sequías moderadas también en los años 1982 y 1953 y leves en 2007-2008, 2001-2002, 1990-1, 1994-95, 1989, 1981, 1980, 1964, 1957, 1956, 1952, 1949, 1948, y 1944. Las situaciones de sequía son, pues, algo relativamente habitual, un fenómeno para el que la sociedad debe estar preparada.