La Audiencia Provincial dictará una sentencia condenatoria para el padre de una adolescente que abusó sexualmente de su amiga de 15 años cuando pasaba la noche en la casa familiar y estaba dormida. El hombre, de unos 50 años de edad, cuyas iniciales son J.G.M., deberá cumplir una condena de dos años de prisión por un delito de abuso sexual y la prohibición de aproximarse a la menor en un radio de cien metros o comunicarse con ella durante ese mismo periodo, una exigencia del padre de la menor.

La niña, de 15 años de edad, había ido a dormir a casa de su amiga, a pasar juntas una noche que había transcurrido con normalidad, hasta que avanzó la madrugada, casi ya de mañana. Su amiga había ido a dormir al salón, mientras ella permanecía en la cama que compartían, en la que despertó porque sintió que la tocaban, según consta en la instrucción judicial.

En el duermevela, la menor de edad creyó que su amiga estaría moviéndose, hasta que percibió que era algo más que un simple movimiento, por lo que despertó. Al tomar plena consciencia, comprobó que tenía al lado al padre de su amiga, que se había metido dentro de la cama, aprovechando que su amiga había dejado la habitación. El hombre estaba tocando el cuerpo de la menor, tras haber introducido su mano bajo el pijama, según consta en las diligencias que instruyó el Juzgado en el que se investigó la denuncia por abuso sexual a una menor de edad.

Dos años de prisión, una orden de alejamiento y la prohibición de aproximarse en un radio de cien metros o comunicarse con la menor durante dos años. Esta es la condena que la Audiencia Provincial impondrá a un zamorano por abusar sexualmente de una adolescente de 15 años, amiga de su hija cuando pasaba la noche en el domicilio familiar.

El procesado admitió, ayer ante los magistrados, que había llevado su mano hacia el pecho de la niña y también a la zona genital, tal y como describe el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación, conducta por el que se le procesó por abuso sexual a una menor de edad, ya que no llegó a penetrar a la víctima, infracción penal que se considera agresión sexual y tiene mayor pena de prisión.

Los gritos de la niña ante la situación traumática que estaba viviendo al comprobar que el hombre le estaba toqueteando, despertaron al resto de la familia, sumida en el sueño, puesto que eran las seis de la mañana. Su amiga acudió de inmediato hasta el dormitorio para ver qué le ocurría, encontrándose la escena. El hombre fue imputado cuando los padres de la adolescente presentaron la denuncia correspondiente, que dio lugar a una investigación judicial de la que acabo procesado.

La abogada del imputado solicitará la suspensión de la pena para evitar que el procesado, que deberá abonar mil euros a la familia de la víctima, entre en prisión. La Audiencia dejó ayer visto para sentencia el juicio.