La Fiscalía exige 4 años de prisión para un joven, "una persona peligrosa cuando bebe", dijo, acusado de morder en el cuello y amenazar de muerte a su pareja, así como a su suegra, cuando regresó a casa en un estado de máxima alteración, según describieron las dos mujeres a la Policía Nacional. El fiscal de Violencia de Género llegó a advertir a la magistrada del Juzgado de lo Penal que decidirá si le condena por delitos de maltrato, lesiones y amenazas que él "no va a cargar con lo que pueda pasar", en referencia al peor de los escenarios. Cuando los agentes llegaron, comprobaron que había empotrado el coche en la puerta de la vivienda para poder acceder al interior, donde habría herido a su compañera sentimental tras perseguirla y proferir insultos como "puta, zorra", mientras la amenazaba con matarla, "te voy a sacar en una caja de pino".

Las dos denunciantes, que rehusaron testificar contra el hombre, de iniciales D.J.S., durante el juicio, estaban "muertas de miedo" cuando llegaron los agentes, según declararon estos ayer ante la magistrada del Juzgado de lo Penal, a quien el fiscal, que destacó el "valor" de las dos presuntas víctimas al denunciar a la Policía "siendo de etnia gitana con la supremacía que tiene el hombre sobre la mujer en esta cultura", llegó a manifestar que no quería responsabilizarse de una posible muerte en este caso, por lo que pedía la máxima pena de prisión que le permite el Código Penal. El procesado "le dice varias veces que la quiere matar, viene a casa, la pega y la insulta, la muerde en el cuello", lo que le provoca una "herida con desgarro", según describió el forense en su informe. El fiscal sostiene que el joven, que se llevó a su hijo menor de edad de la casa tras el episodio, "tenía control de sus actos, aunque hubiera bebido", a pesar de lo que sostiene su abogado, quien se amparó en que el imputado pierde los nervios cuando bebe y se droga, como ocurrió el día de lo que él describió como una discusión de pareja porque él llegó tarde a casa, por lo que pidió la absolución. El letrado llegó a asegurar que "solo le tienen miedo cuando bebe", tal y como manifestaron en juicio. Una declaración exculpatoria que el fiscal achaca al temor que el hombre suscita en las mujeres, por lo que había que "proteger a las dos víctimas".