El concurso de acreedores que puso fin a la actividad empresarial de Cedilla, la empresa zamorana dirigida por el imputado C.C.L., sirve a la abogada de la defensa para descartar que estuviera en la red de tráfico de licores, que "fuera socia de Massimiliano Lanzani", el empresario italiano que compraba licores en España con destino a Italia, pero que volvía a introducir en territorio español a través de su depósito en Cedilla, según la acusación pública y del Abogado del Estado. La abogada subrayó que su cliente tiene embargados los bienes y justificó la compra de inmuebles por parte de C.C.L. durante la época de bonanza de la sociedad porque "pagaba las hipotecas con alquileres".