La falta de oportunidades laborales también hace mella en los refugiados. Solo 6 de las 66 personas atendidas por Cruz Roja en Zamora en el marco de la acogida de migrantes han encontrado empleo durante los 18 meses del programa puesto en marcha por la organización desde el estallido de la crisis migratoria.

Cuatro personas lograron encontrar un empleo de forma temporal y en la actualidad, tan solo dos de los 46 demandantes de asilo que continúan bajo el paraguas de Cruz Roja han conseguido acceder de manera fija al mercado laboral -en concreto en el sector primario y en las industrias cárnicas- gracias a las tres fases de seis meses de duración en las que se estructura el proyecto: acogida, integración y autonomía.

Tras la marcha de una veintena de desplazados a otras provincias, el grueso de los refugiados se concentra en la primera etapa del programa con 27 personas atendidas: 17 adultos y 10 menores procedentes de Siria, Ucrania y Venezuela que reciben los servicios básicos de Educación y Sanidad además de otros recursos complementarios como clases de castellano o de cultura española.

En la fase intermedia, denominada de integración, se encuentran 15 personas: 9 adultos y 6 de menores llegados de Siria, Jordania, Líbano, Colombia y El Salvador con las que se trabaja en materia de empleabilidad para lograr "personas independientemente estables económicamente", objetivo de la fase final de autonomía que integran cuatro sirios, dos adultos y dos menores.

"Los hacemos muy fuertes para que ellos puedan formarse aun más en las áreas que trabajaban en sus países y busquen empleo; les hacemos un seguimiento de cerca tanto si deciden quedarse como si se van", explican desde Cruz Roja.

Además, el programa interdisciplinar diseñado por la entidad se ve robustecido con la relación de recursos ofrecidos por los zamoranos a través del Ayuntamiento u otras vías como los servicios de asesoramiento jurídico o de traducción (sobre todo los intérpretes de árabe), además de los alojamientos, algunos de ellos adaptados para posibles solicitantes con algún tipo de discapacidad.

Tres familias abandonarán la provincia el próximo mes de enero pero los centros de alojamiento "no permanecerán vacíos más de tres semanas" puesto que en febrero se prevé la llegada de nuevos refugiados, según avanza Silvia Montalvo, coordinadora provincial de Cruz Roja Zamora, quien lamenta que la falta de oportunidades laborales también lastre a este colectivo.