Más de 39.000 zamoranos residen en zonas que, según un estudio elaborado por la Junta de Castilla y León, carecen de acceso a ciertos productos básicos. Lo hacen en mayor o menor medida y dependiendo del pueblo en el que residen, pero en todos los casos existen productos considerados básicos que están lejos del alcance de los ciudadanos de estas zonas. En total son 114 pueblos, unos con mayor presencia comercial que otros. Así, por ejemplo en Alcañices -17 establecimientos comerciales para 1.111 personas- pueden encontrarse buen número de productos de primera necesidad sin necesidad de desplazamiento al municipio de cabecera (Zamora). Otros muchos pueblos no tienen siquiera un comercio abierto.

Los 114 pueblos afectados se encuentran distribuidos en cuatro zonas de las 24 que se han identificado en toda la comunidad autónoma. Como zonas con peores condiciones cabe hablar del centro-oeste de Zamora, del noroeste de la provincia y de la zona limítrofe este de Zamora y Salamanca -Fuentesaúco-. La zona limítrofe por el extremo oeste -Vitigudino- también presenta necesidad, pero de menor importancia según los datos de la administración regional. En los tres primeros casos el índice de tiendas de productos básicos indica que hay menos de cinco establecimientos por cada mil habitantes. Por lo que refiere a la última zona el índice sobrepasa por poco las seis.

Dada esta situación, el Gobierno regional ha anunciado que subvencionará hasta el 80% del coste de la implantación de comercios para la venta productos de primera necesidad en estas zonas del medio rural y en las que hay 733 localidades de la comunidad donde no existe ningún local y 228 donde sus vecinos solo disponen de un establecimiento.

Estas son las principales conclusiones presentadas ayer por la consejera de Economía y Hacienda de la Junta, Pilar del Olmo, a representantes del sector y a los integrantes de la Red de Agentes de Comercio Interior (RACI), diputaciones y grandes ayuntamientos. Este estudio, estima la Junta, impulsará a partir de 2018 un plan de abastecimiento para las zonas rurales con mayores necesidades comerciales con el objetivo último de "fijar población y generar actividad económica y empleo".

Del Olmo recordó que este programa se enmarca en la III Estrategia de Comercio de Castilla y León 2016-2019, y contempla una partida de 400.000 euros para subvenciones de hasta el 80 por ciento para la puesta en marcha de comercios en esas zonas desabastecidas, a las que se pueden unir el resto de apoyos del Instituto para la Competitividad Empresas (ICE) de Castilla y León y la Lanzadera Financiera. La consejera puso como ejemplo que para un gasto de 20.000 euros en una de las zonas sin comercio, se podría obtener, por un lado, el 80 por ciento del coste, más 3.000 euros de apoyo a la implantación de un autónomo, con lo que casi se alcanzaría la totalidad del gasto. "Estos apoyos no son económicos sino que cumplen una función social", dijo.

Del Olmo comentó que la convocatoria no estará hasta mediados del año que viene y si se agotan los fondos de esta experiencia piloto, también se puede acudir a las líneas que ya existen del lCE de hasta el 50 por ciento de subvención; a las de implantación de autónomos de la Consejería de Empleo, y a los fondos bonificados al cien por cien de la lanzadera. La consejera también anunció que están negociando con todas las cadenas de supermercados la implantación de franquicias en estas zonas dentro de sus estrategias de responsabilidad social corporativa, porque "no todo es rentabilidad". Asimismo, indicó que estudiarán el impulso del suministro a través de comercio electrónico en cooperación con los ayuntamientos; extender modelos de reparto de domicilio como el del El Hueco, en Soria; y el impulso de cooperativas.

"El problema es muy complejo", reconoció la consejera, para anunciar que las diputaciones recibirán una subvención de 396.000 euros para que, con una parte de ese importe, contribuyan a completar el mapa de la distribución comercial presentado y colaboren en el diseño de iniciativas que lo mejoren. "Se trata de aprovechar el conocimiento más profundo del territorio que tienen estas administraciones para definir las zonas prioritarias de actuación, incluyendo las que puedan surgir, y las fórmulas más adecuadas para subsanar su déficit comercial".

Estas 24 áreas agrupan 1.251 municipios en los que residen 459.291 habitantes. Pese a contar en su conjunto con 2.656 comercios de productos básicos, en 733 localidades no existe ningún local de este tipo y en 228 sus vecinos sólo disponen de un establecimiento para adquirir víveres.