El sector de la construcción, el más afectado por los efectos de la crisis económica, se resiste a salir adelante impulsado por la recuperación que, dicen las cifras macroeconómicas y el Gobierno, experimenta el país. Al contrario de lo que ocurre en otras capitales de provincia del país, en Zamora los precios del suelo y de los inmuebles en venta no acaban de repuntar, la firma de hipotecas sigue en los mismos números que hace años y las licencias expedidas por el Colegio de Arquitectos tampoco acaban de ver la luz al final del túnel.

Aumenta, eso sí, el número de personas que trabaja en el sector de la construcción. Sin llegar evidentemente a los datos de los años previos a la crisis económica, lo cierto es que las obras públicas que durante los últimos años se han realizado en la provincia y las reformas y rehabilitaciones -área a la que el sector se agarra para intentar salvar puestos de trabajo- bastan, de momento, para mantener el empleo. Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa vienen a decir que 7.100 personas viven de la construcción en la provincia de Zamora. Son bastantes más que los 5.500 del tercer trimestre del año 2016, siempre según los datos del Instituto Nacional de Estadística. El el sector que más ha crecido en los últimos meses, según la misma fuente.

Los malos datos llegan por otros frentes. Por ejemplo, en lo relativo a licencias de obra nueva expedidas por el Colegio de Arquitectos, Zamora no levanta la cabeza. Las edificaciones en bloque no repuntan y, en los nueve primeros meses del año, apenas se han registrado once nuevos documentos para empezar las obras. El año pasado fueron 31, uno de los peores datos de la serie histórica. Mucho tendrán que mejorar las cosas en la última parte del año -no es raro que suceda- para que la situación cambie. Tampoco mejoran las licencias de viviendas unifamiliares, aunque se construye más que en bloque. La causa es que estas casas se construyen cuando el interesado ya tiene el dinero. Los bloques, por contra, se empiezan muchas veces a levantar sin que estén vendidos todos los pisos, un riesgo que los promotores son reacios a correr.

Íntimamente relacionado con este punto está el dato de compraventa de viviendas. En otras provincias aumenta, pero no así en Zamora. El último dato, el del mes de septiemre de este año, indica que en la provincia cambiaron de manos 79 viviendas. Son menos que en el mismo mes del año pasado y las mismas que en el año 2015. La mayoría son, además, de segunda mano. Los compradores optan también por las viviendas nuevas en "stock" heredadas de los tiempos de crecimiento de la burbuja inmobiliaria. Esto, mezclado con la caída de la población, deja un escenario en el que, en Zamora, no es necesario construir.

Y, como todavía no se vende con soltura, los precios no acaban de crecer. Comprar una vivienda en Zamora conlleva el segundo menor desembolso de toda la comunidad autónoma según los datos del Ministerio de Fomento. A día de hoy, el precio medio del metro cuadrado a nivel provincial escala hasta los 879 euros, una cifra que lógicamente se queda corta cuando se analiza solamente la capital. Son datos similares a los que se vienen registrando durante los últimos años. De hecho, a principios de 2014 el metro cuadrado de vivienda libre rompió -a la baja- el precio de los novecientos euros y todavía no se ha recuperado. Lejos quedan los tiempos en los que el terreno llegó a costar más de 1.100 euros.