Las bajas temperaturas que se están registrando durante las últimas semanas provocarán que la llegada de la gripe a niveles epidémicos coincida con las fechas navideñas. En los últimos días la actividad gripal en Castilla y León ha experimentado un aumento relevante, principalmente por el incremento de casos en la población infantil y predominio de virus del tipo B. "Aunque no se ha alcanzado todavía el umbral que marca el inicio de la onda estacional, podríamos estar en el comienzo del periodo epidémico de esta temporada", apuntan desde el servicio de vigilancia de la Junta de Castilla y León.

Es precisamente la población infantil, la que tiene menos de cuatro años, la que tiene un mayor índice de incidencia, con más de seiscientos casos por cada 100.000 habitantes de este grupo de edad. Para los niños de entre 5 y 14 años la tasa de incidencia es de 300 casos por cada 100.000. Las cifras bajan para el resto de grupos a excepción de los que tienen entre 65 y 74.

La campaña, que se prolonga ya durante siete semanas, cuenta este año con un presupuesto de 2,58 millones de euros, que se han invertido en la compra de 660.000 dosis, de las que 210.000 son unidades acunales de virus fraccionado, prevista para los grupos de riesgo de entre seis meses y 59 años y para la población general de entre 60 y 64 años; y 450.000 unidades de vacuna adyuvada o de inmunogeneidad reforzada, para personas mayores de 65 años.

La vacuna está indicada en personas adultas y niños mayores de seis meses que padezcan enfermedades crónicas -pulmonares, cardíacas, renales, hepáticas, oncológicas, neuromusculares graves, diabéticos o inmunodeprimidos-.

Como novedad, este año los dos tipos de vacunas son mediante jeringa precargada sin aguja incorporada y se suministran por separado las agujas de bioseguridad con protección tipo bisagra y longitud adecuada, una demanda histórica del personal de enfermería. Sanidad recomienda a los interesados pedir cita previa en su centro de salud a través de los sistemas específicos.