La ciudad de Zamora tendrá que esperar para disfrutar de una estación de autobuses del siglo XXI. La Junta de Castilla y León acometerá en el plazo de dos años una fuerte inversión millonaria para transformar una decena de terminales de transportes en infraestructuras modernas con la Estación Sur de Madrid como modelo. Un macroproyecto a través del cual se lavará la cara a los edificios de Salamanca, Valladolid, León, Palencia y Soria, entre otros, pero en el que la capital zamorana ni está ni se le espera. Y es que la administración regional intervendrá, por el momento, las estaciones de su titularidad. La de Zamora, pese a haber sido construida por el ente autonómico, está gestionada por el Ayuntamiento, que a su vez la tiene cedida por convenio a una empresa. El futuro, por lo tanto, pasa una vez más de largo por la ciudad del Duero.

Los planes de la Consejería de Fomento sobre la renovación de las estaciones de autobuses han dejado de lado a la capital zamorana, pero no a Benavente, que contará con una inversión que superará los 630.000 euros para el remozado de su terminal. Este, quizás, es uno de los desembolsos menos ambiciosos del macroproyecto, puesto que ya se han confirmado cerca de 30 millones para soterrar la estación de Valladolid; 4,5 millones de euros para transformar la de León, otros 4,4 para Salamanca y aproximadamente tres millones para la de Palencia. Igualmente, se sumarán partidas para renovar las terminales de localidades como Béjar, con 1,5 millones; Ciudad Rodrigo, con la misma cantidad; o Soria, donde se espera un acuerdo con el Ayuntamiento para decidir si se reforma la actual o se construye una nueva.

Lo que tienen en común todas estas estaciones de autobuses cuya cara se lavará íntegramente es que su titularidad la ostenta la Junta de Castilla y León, que busca con estas intervenciones el objetivo de unificar su imagen corporativa, implantar sistemas TICS de información al pasajero y mejorar la eficiencia energética y sostenibilidad ambiental con el uso de energías renovables. La estación de Zamora, por el contrario, está gestionada directamente por el Ayuntamiento, que la tiene cedida por convenio a una UTE que se encarga de su limpieza, mantenimiento y reparación de averías. Un acuerdo suscrito en el año 2014 con vigencia de cinco años y beneficio económico anual para el propio Consistorio. Esta circunstancia es, precisamente, la que ha dejado al margen a la capital zamorana de los planes de la Junta de Castilla y León para la modernización de las estaciones. La Consejería de Fomento ha consignado ya dinero para el 2018, pero en el Ayuntamiento de Zamora nada se sabe de una futura inversión.

La terminal zamorana, por lo tanto, habrá de continuar como hasta el momento mientras las capitales de alrededor protagonizan una auténtica transformación de estos centros de recepción de visitantes.