La Junta de Castilla y León quiere que la estaciones de autobuses de la comunidad ganen en competitividad. La Consejería de Fomento entiende que después de 40 años de media, las terminales han terminado su vida útil y por ello quiere adecuar estas infraestructuras a las existentes en el ferrocarril o los aeropuertos, de manera que los viajeros puedan decantarse por utilizar en mayor medida este medio de transporte. Para ello, los edificios dejarán de ser inmuebles obsoletos para dotarlos de Wi-Fi, conexiones USB, nueva iluminación con bombillas LED, sistemas de información y comunicación electrónicos, modelos energéticos eficientes, diseños accesibles y una imagen homogénea en toda la comunidad. Todas las estaciones seguirán el patrón de la renovada de Salamanca, que tiene como objetivo primordial implantar el sistema de dársenas de la Estación Sur de Madrid, similar a las puertas de embarque de los aeropuertos. La inversión total será cercana a los 30 millones de euros.