El "Masaje de la Diosa" no causa dolor corporal, pero "la persona puede sentirlo si el trauma está simbolizado en una parte concreta del cuerpo" cuando se manipula el cuerpo, para lo que el cuchillo de hueso se utiliza para retirar el aceite caliente que el masajista extiende por la piel de quien lo recibe, "para que el raspado no queme la piel" y el uso de esa herramienta "es simbólico, "para retirar", explicó una antigua clienta, desde 2010, del establecimiento que dirige el imputado desde 2006, cuando lo abrió. La mujer, arquitecto de profesión y una apasionada de este tipo de terapias alternativas que dijo conocer en profundidad gracias a este centro zamorano, manifestó en el juicio por abuso sexual que la Audiencia Provincial contra el dueño del centro, de iniciales A.A.M., explicó que el "Masaje de la Diosa", "chamánico, energético", "es sensitivo porque se usa el tacto, el calor del cuerpo, la persona está más sensible porque es un masaje espiritual, no es ni corpóreo ni mental, se traen recuerdos de la persona, no hay conversación; es lento y suave". En su declaración, agregó la manipulación corporal no es convencional, "el cuerpo del terapeuta y paciente no se interpretan como sexual, no tiene la connotación social de pudor", el cuerpo "se desvirtúa, se usa para sanar, como herramienta, los cuerpos quedan al margen del proceso de sanación". Ella se sometió a un "Masaje de la Diosa" que describió tal y como las denunciantes lo hicieron en su denuncia, "él usó su cuerpo, pero no fue sexual".