Un joven Amancio Prada, con tan solo 18 años, conoció a Joaquín Díaz. El marco, un concierto del cantautor Paco Ibáñez en la ciudad de Valladolid. No obstante, tras ese encuentro "totalmente casual", careció de relación con él hasta la primera mitad de los años 80 del pasado siglo, momento en el que vuelve a coincidir con el zamorano en la villa de Urueña.

"Poco a poco fuimos intensificando nuestro contacto porque existe una afinidad emocional y una preocupación intelectual, en este caso artística, similar que han propiciado un trato y unos encuentros más frecuentes y... hasta hoy porque somos amigos, amigos" comparte el músico leonés que ha trabajado con el sabio juglar en varios discos "de tradición o de inspiración tradicional".

Del etnógrafo recopilador y divulgador de la música tradicional, que ha grabado más de 70 discos, que atesora reconocimientos como el Premio Castilla y León de Humanidades, Amancio Prada pone en valor, sobre todo, "su talento para la melodía que es un don. Es un hombre afortunado en dones" al tiempo que remarca que "tiene una gran capacidad de trabajo". Además, el cantautor subraya que "Joaquín ha sabido compartir con una generosidad extrema con todos" y añade: "Siempre para mí es un claro ejemplo de ideal de vida, pues ha sabido conjugar discreción y la excelencia".

El cantautor anoche interpretó el tema "El enamorado y la muerte", un romance que forma parte de su disco titulado "Canciones de amor y celda", publicado en el año 1979. Por aquel entonces "yo no sabía que la música era de Joaquín, pensaba que era un romance anónimo y tradicional", comenta con sinceridad el músico que años más tarde conoció que Díaz había puesto la música "a este romance y a otros muchos que se habían "colado" como si fueran tradicionales lo que dice mucho en su favor de su talento y de su don para la melodía y también sobre su generosidad y su discreción", manifiesta el músico que ha puesto voz a poemas como "Libre te quiero".

En el marco del homenaje, Amancio Prada compartió anoche con el público "Por los puentes de Zamora", su personal musicalización del poema homónimo que escribiera Blas de Otero. "Me ha parecido una excelente ocasión para cantarla aquí al lado del Duero y para regalársela a Joaquín Díaz", afirmaba antes del inicio de la velada en el Teatro Principal de Zamora, un espacio que siente "muy especial". Y es que este espacio cultural zamorano está entroncado con la producción artística del cantautor, puesto que casi todos sus trabajos los ha presentado sobre su escenario y ha recibido "siempre una acogida muy calurosa por parte del público de Zamora", agradece el veterano intérprete.

Este artista que ha cantado poemas escritos por Federico García Lorca, por Santa Teresa o por Agustín García Calvo grabó el disco "Zamora" en el liceo municipal en conmemoración del IV centenario del Teatro Principal y también el de Agustín García Calvo, en cuyo homenaje también participó hace varios años, y en el mismo marco y por estas fechas hace 23 años estrenó el disco "Emboscados".