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El presentador del acto, el periodista Fernando Íñiguez, reivindicó la figura de Joaquín Díaz. "Las músicas tradicionales se hubieran perdido si no hubiera ido Joaquín Díaz magnetofón en mano", afirmó sin olvidar que pese a haberse retirado hace 40 años de los escenarios "todavía reconocemos su obra y su labor de recopilación". El comunicador dio paso a Kepa Junkera, quien tocó con la trikitixa un tema grabado por Joaquín Díaz e hizo un guiño a quienes le introdujeron en la música tradicional su abuelo y su madre "quienes como Joaquín han divulgado esta música". A continuación, Jambrina y Madrid, antes de actuar, le agradecieron "creer en esta música" e interpretaron un Corrido y jota de Vigo de Sanabria en la versión grabada por Joaquín Díaz. Además, los músicos de la Musgaña, aludieron a que "empezaron enviándole una maqueta a Joaquín" y mostraron al público un tema que grabaron con él.

"Todos hemos aprendido mucho de ti", confesó Eliseo Parra en un vídeo proyectado. El músico, que el jueves actuó en el Principal, regaló una entonación de "La Zorra", mientras que sobre el escenario los hermanos Tejedor junto con Rubén Bada interpretaron una enérgica "El arriero de Bembibre". El barítono Luis Santana logró una fuerte ovación con "Tío Babú", al igual que la combinación de piano y flauta y tamboril aportada por el compositor David Rivas y Luis Antonio Pedraza en el estreno de la rítmica "Para Joaquín", escrita para la ocasión.

La presencia de Amancio Prada silenció al público que, con un gran respeto, escuchó su canto a capela de un romance "ejemplo de la canción tradicional". El cantautor también estrenó, acompañado de guitarra, una canción sobre versos de Blas de Otero cuya ejecución provocó que algunas personas del público se levantaran de sus asientos.

Tras unas palabras de la directora del diario, Marisol López, quien manifestó que todos los artistas "han venido de corazón y el corazón de Zamora está en estas butacas", se entregó un obsequio a todos los participantes y al propio honrado que recibió un cuadro del cartel del homenaje, una acuarela de Francisco Somoza. Tras dirigir unas palabras al auditorio desde el escenario, Joaquín Díaz, que hace varias décadas que se retiró, realizó un extraordinario regalo. Volvió a cantar en su Zamora natal el popular "Ya se van los pastores". Pese a la petición de otra canción por parte del público, Díaz bromeó "volveré a cantar dentro de otros 120 años", en alusión a la efeméride de la cabecera. Los músicos comenzaron a tocar la misma canción cuando Joaquín Díaz y Amancio Prada, de la mano, bajaron desde el escenario hasta el vestíbulo del liceo donde concluyó el concierto que quedará en la memoria de muchos.