Las dos presuntas víctimas compartieron habitación con otra alumna del curso de Rebirthing, la segunda de ellas que se sometió al "Masaje de la Diosa", después de que el imputado en dos delitos de abuso sexual, con penetración vaginal, dueño de un centro de terapias de la provincia, le hiciera el "Mapa de diseño humano". La testigo cuando regresó del spa se encontró a una de las denunciantes en la ducha "frotándose todo el cuerpo, con la cara demudada. Cuando la pregunté "¿no te fue bien?", me contestó que "no". Era imposible hablar con ella, estaba en shock, me dijo que se había propasado con ella, no podía hablar. Me quedé paralizada y no sabía cómo ayudarla". Sin embargo, su experiencia fue bien, afirmó que tenía experiencia en este tipo de masajes y el que le practicó el procesado fue "más agradable que otros", se lo dio vestido durante hora y diez minutos. Sus compañeras estuvieron dos largas y casi tres horas en la cabina.