La provincia de Zamora ha sido la pionera en la región en el control remoto de los marcapasos y desfibriladores, de tal forma que en torno a medio millar de portadores de este tipo de dispositivos tienen la posibilidad de estar monitorizados, bien mediante un sistema que manda los datos al hospital desde su propio domicilio o bien acudiendo a su centro de salud, lo que evita desplazamientos hasta el Complejo Asistencial de la capital.

El jefe de servicio de Cardiología, José Luis Santos, explica que el sistema que ahora se acaba de implantar en Ávila, lleva años funcionando en Zamora, y de hecho se encuentra ya implantado en cinco centros de salud, que son Benavente Norte y Sur, Toro, Guareña y Sanabria. "Lo fundamental es la comodidad del paciente, que no tiene que desplazarse a Zamora cuando tiene que acudir a controlar el marcapasos", indica Santos, quien además destaca que el coste económico es mínimo y posibilita una mejor gestión de los recursos del sistema.

La idea de Sacyl es extender a todos los centros de salud de la provincia este sistema de seguimiento a distancia de marcapasos, que se probó durante años como experiencia piloto en el centro de salud Benavente Sur.

El seguimiento a distancia de marcapasos es un sistema que permite que los pacientes a los que se les ha implantado uno de estos dispositivos no necesiten acudir al hospital para realizar los controles ya que se puede llevar a cabo en el centro de salud más cercano a su localidad de residencia. Se trata de un procedimiento muy sencillo, que lo puede realizar tanto el médico como la enfermera en un periodo corto de tiempo, entre dos y tres minutos. Se trata de una columna que se coloca en el centro de salud con una telemetría: el profesional sanitario coloca un lector encima del marcapasos y los datos pasan al ordenador. La lectura del dispositivo es transferida al hospital desde donde posteriormente se emite el informe correspondiente.

En caso de existir alguna anomalía, el lector lo detecta mediante un sistema de alarmas para tomar las medidas necesarias en ese mismo momento. Es decir, existen chivatos que alertan a los cardiólogos si algo no va bien en el dispositivo.

En Zamora son en torno a dos mil pacientes los que tienen implantado marcapasos, aunque solo en aproximadamente un tercio de los casos, según el tipo de dispositivo, es posible este control a distancia. En cualquier caso según las fuentes consultadas pueden ser en torno a medio millar de pacientes los que se están beneficiando en estos momentos de la comodidad que supone este tipo de sistema de control remoto. El servicio de Cardiología del Complejo Asistencial de Zamora coloca anualmente en torno a 200 marcapasos y desfibriladores a personas que los necesitan, en muchos casos gente mayor a la que el traslado hasta el hospital le supone un trastorno añadido, a ellos y sus familiares.