Veinticinco años después del 8 de diciembre de 1992, fecha de la coronación canónica de la Virgen de la Concha, la Cofradía de Nuestra Señora de San Antolín programa unas jornadas de celebración con carácter "diocesano, devocional y participativo" en conmemoración del rito litúrgico que ensalzó la devoción a la imagen mariana.

Así, los actos del XXV aniversario comenzarán el próximo jueves 7 de diciembre con la celebración de una vigilia joven de la Inmaculada Concepción bajo el título "María, madre de los jóvenes" y enfocada especialmente a los adolescentes. La vigilia tendrá lugar a las 20.00 horas en la iglesia de San Andrés -y no en su sede de la iglesia de San Vicente- para "poner especial empeño en rezar por las votaciones y los sacerdotes, haciendo el gesto significativo de que la Virgen de la Concha visite la iglesia del Seminario, realidad diocesana a la que la cofradía se siente especialmente vinculada", según explicaba ayer el presidente de la cofradía, Florián Ferrero, durante la presentación del programa.

Una vez finalizada, en torno a las 20.45 horas, se emprenderá un rosario de luz desde la iglesia de San Andrés hasta la Catedral en una procesión "meramente devocional, en silencio, recogida y de noche" que recorrerá la calle de San Andrés, la Plaza Mayor, Ramos Carrión, Rúa de los Francos, Arco de San Ildefonso, plaza Fray Diego de Deza, plaza Arias Gonzalo, calle Obispo Manso y plaza de la Catedral y que concluirá con el canto de las letanías y la salve.

Al día siguiente, viernes 8 de diciembre, la programación continuará en la Seo zamorana tal y como ocurrió en 1992. A las doce del mediodía -y no a las 13.00 horas como es habitual- el obispo Gregorio Martínez Sacristán presidirá la misa pontifical en la que la Virgen estará ubicada en el presbiterio de la Catedral evocando el momento de su coronación. Al término de la celebración litúrgica, alrededor de las 13.00 horas, se desarrollará la procesión de regreso a la iglesia de San Vicente pero en esta ocasión en un ambiente festivo, "con alegría, estandartes del resto de cofradías y muchísimos músicos", puntualizaba el presidente. Asimismo, los fieles entonarán una salve justo antes de la entrada a la iglesia de San Vicente, donde en horario vespertino continuarán los actos de culto. A las 18.00 horas tendrá lugar el besamanos a la Virgen de la Concha y el besapié al niño Jesús. Una hora después tendrá lugar el rezo de las segundas vísperas, el santo rosario y la solemne eucaristía parroquial.

Por último, y de forma excepcional, el devoto besamanos se prolongará durante la mañana del sábado día 9, de 11.30 a 14.00 horas. "Como aquel 8 de diciembre, la cofradía quiere renovar su amor a Nuestra Señora convocando a todos los hermanos y devotos a una serie de actos que ante todo quieren ser motivo de acercamiento a Dios a través de su bendita Madre, a quien con cariño los zamoranos invocamos como Virgen de la Concha", expresan desde la cofradía. "Tras estos primeros veinticinco años podemos tomar como propias las palabras de nuestro insigne cofrade Manuel Boizas, cuando en 1942 decía: "Ella ha sido el néctar, la dulce ambrosía que ha templado la amargura de mi existencia, y conforme pasan los años (...) se ha mostrado conmigo más solícita su mirada maternal". Agradezcamos a Nuestra Señora la protección que desde antiguo brinda a nuestra ciudad, participando todos, con fe y alegría, en este aniversario", concluyen. No obstante, las "bodas de plata" de la coronación continuarán celebrándose con la organización de actividades de carácter "cultural, religioso y festivo" hasta la festividad de La Hiniesta.

Recogida de alimentos

Además, desde la cofradía se está trabajando por dotar a la celebración de un marcado carácter social carácter socialcon la recogida de alimentos no perecederos y material de higiene a través de determinados establecimientos comerciales y parroquias, no solo de la capital sino de toda la Diócesis. "A través de la bolsa de caridad de la cofradía queremos ayudar a muchos zamoranos que están pasando serias necesidades", sostenía Ferrero.