"Eres la Diosa, viva tu linaje guanche". "Bendita seas, eres una diosa". Estas expresiones usaba el imputado en dos delitos de abuso sexual, director y masajista de un establecimiento de terapias de salud ubicado en la provincia, mientras se colocaba vestido solo con los calzoncillos encima o al lado de las denunciantes, a las que instaba a desnudarse una vez dentro de la cabina, aunque ambas se quedaron en bragas, para darles el masaje individualizado.

El tratamiento, lejos de conseguir la relajación esperada, terminó en sendas agresiones sexuales, después de que las dos mujeres vivieran momentos de tensión, según relataron en las denuncias que presentaron en agosto de 2015, delitos que el fiscal califica de abuso sexual y por los que le exige 10 años de cárcel, cinco por cada uno; y 5.000 euros de indemnización para cada una por los daños morales sufridos.

Las mujeres, que contrataron el masaje denominado "Mapa de diseño humano y masaje de la Diosa" el 6 de agosto de 2015, aseguran que desconocían la metodología del mismo y que creyeron que era una manipulación corporal convencional, en la que ni se desnudaría el masajista, como ocurrió, ni usaría un cuchillo de hueso mientras recorría sus cuerpos sin ropa, salvo las bragas que cubrían sus sexos. El procesado fue tocando sus pechos, para terminar con la penetración vaginal para lo que usó, en un caso, sus dedos y, en el otro, el pene, un ritual del que no se les informó previamente y cuya ejecución no pudieran impedir, según sostienen ambas, que afirman haber sido forzadas.

Una de las presuntas víctimas relata que primero acudió a las doce del mediodía a la cita con el procesado para que le realizara la carta astral y que regresó a las dos horas para recibir el masaje en una cabina del spa. El responsable del centro, que ofrece tratamientos terapéuticos, le instó a desnudarse con la excusas de que tenía que aplicarle un aceite caliente, si bien ella decidió no quitarse las bragas, mientras observaba cómo él se quedaba en calzoncillos.

El masaje comenzó por los pies y "fue "muy brusco" desde el inicio, "ocasionando dolor"", declaró la mujer durante la investigación judicial. El responsable del establecimiento continuó por el lado izquierdo del cuerpo de su clienta para pasar con posterioridad al derecho, "tocando sus senos, pegando y frotando sus partes íntimas contra ella y acercándole un cuchillo de hueso a la altura del corazón", de acuerdo con el escrito de acusación del Ministerio Fiscal. La mujer explica que en ese instante le decía "vamos a rajar aquí", en referencia al corazón, ""para sacar todo el mal y el dolor", haciendo amago de cortar", al igual que cuando alcanzó el cuello y se situó "sobre ella" mientras le decía "eres la diosa, viva tu linaje guanche", llevaba su mano hacia la vagina para "introducirle varios dedos". Entonces, el imputado por el delito de abuso sexual abandonó la habitación para regresar y comentar a la clienta que ya había concluido el masaje y que el contacto sexual estaba incluido ese tratamiento, lo que la presunta víctima del delito asegura que desconocía. La mujer sufrió un hematoma en la cara interna del muslo izquierdo, según declaró.

La otra denunciante escapó por la ventana de la habitación después de que el procesado abandonara la estancia para ducharse, concluido el masaje y la supuesta agresión sexual, tras la cual la abrazó y le dijo que "no tenía llave" para abrir la puerta "y tenía que pasar la noche allí". Minutos antes, hacia las 21.00 horas del 6 de agosto, acudió a la misma cabina que la otra supuesta víctima para someterse al mismo tratamiento para cuya aplicación el imputado le indicó que se desnudara, a lo que ella le replicó que se quedaría con las bragas, aunque él le dijo "que era mejor sin nada porque usaba aceite caliente". El acusado, que se quedó en calzoncillos, comenzó el trabajo en esta ocasión por la cabeza usando el cuchillo de hueso, manipulando el lado izquierdo del cuerpo de su clienta para pasar al derecho y colocarla de costado, movimiento que aprovechó para retirarle la braga, "introduciendo sus dedos mientras decía "poco a poco, milímetro a milímetro, relájate muy profundo"", de acuerdo con los detalles ofrecidos por la denunciante, en los que se basa la Fiscalía para acusar al varón de otro delito de abuso sexual.

La mujer cuenta que se percató entonces de que el masajista estaba desnudo totalmente, que trató de que la soltara sin conseguirlo, de hecho, consiguió que separara las piernas y "penetrarla con su miembro viril mientras le decía "bendita seas, eres una diosa"". El hombre dio por concluido la manipulación cuando llevó el cuchillo al cuello de la clienta para añadir "para que todo quede sanado y cerrado", el hombre se fue a duchar y la dejó en la habitación, "cerrada con llave". La mujer escapó por la ventana de la habitación, ya que el acusado le había dicho que carecía de lleve y que tendría que pasar la noche dentro de la cabina.

Las dos mujeres habían acudido al establecimiento para participar en un curso de "Rebirthing Escuela de Veranos Leonard Orr", una terapia alternativa terapéutica basada en ciclos de respiración para canalizar. Sus seguidores creen que desbloquea energía, que permite soltar tensiones y recuerdos traumáticos del pasado, incluido el nacimiento, de ahí su denominación, si bien el masaje que contrataron con el director del establecimiento zamorano estaba fuera de ese programa.