El responsable de Monte La Reina Sat se sentó ayer en el banquillo de los acusados por "piratear" energía a Iberdrola, acusado por la Fiscalía, por la Compañía hidroeléctrica y su comercializadora de un delito de defraudación de fluido eléctrico, por el que debería 53.404,4 euros a la primera sociedad; y 282.540,77 euros, a la segunda por el consumo ilegal, gracias al trucaje de equipos y uno de los transformadores de la finca entre el 4 agosto y el 31 de octubre de 2013.

El Ministerio Público y las acusaciones particulares exigen a la magistrada del Juzgado de lo Penal que condene, asimismo, al imputado, de iniciales J.M.I.C., a pagar una multa de 3.600 euros (de doce meses a diez euros diarios), máxima pena contemplada por el Código Penal, ya que este delito no lleva pena de prisión, una infracción que el procesado negó en el juicio celebrado ayer.

El abogado de la defensa pidió la absolución por estimar que los informes de los técnicos de Industria de la Junta de Castilla y León y de Iberdrola, documentos que carecen de validez porque "aparecen sin fecha ni firma", lo que las convierte, a su entender, en "pruebas sin garantías".

La fiscal, sin embargo, dio por "acreditado" los hechos que se imputan, con el testimonio de los técnicos de Industria y de empresa hidroeléctrica que describieron ayer cómo "los precintos" de los equipos "estaban rotos, los transformadores alterados", de modo que, "no se correspondían con las placas".

El técnico de verificación de metodología del servicio territorial de Industria que inspeccionó la instalación eléctrica de Monte La Reina Sat declaró que su intervención fue solicitada por Ibedrola al comprobar que el consumo de energía triplicaba la contratada. El funcionario afirmó que las medidas que hicieron en alta y baja tensión "no coincidían con las características de las placas del transformador". El experto decidió retirar los transformadores y los contadores, "se llevaron a verificar al organismo adecuado de la Junta, al laboratorio de Cecale", tras transportarles y depositarlos personalmente en el servicio de Industria donde desarrolla su trabajo. La cadena de custodia no se rompió, adujo en contra de lo que viene sosteniendo el abogado del empresario toresano, ya que los guardó en un armario con llave porque era viernes y el lunes los llevó personalmente a analizar.

Negó que el viaje en coche desde el municipio toresano donde se encuentran las instalaciones de la empresa hasta la delegación de la Administración regional en la capital pudieran haber alterado los datos de los transformadores y los contadores porque "no son frágiles, están recubiertos" y con el peso que tienen es difícil que muevan en el maletero, donde los transportaba.

Los fusibles también estaban puenteados, lo que afecta al suministro porque "puede pasar más energía de la contratada y no salta el dispositivo", además, el cuarto en el que se encontraba el transformador "estaba desprecintado", explicó un empleado de Iberdrola, que agregó que "las cuentas no salían al medir con el aparato portátil, llamaba la atención el estado de los precintos e instalación", indicios de la manipulación de los equipos para obtener mayor suministro del que tenían contratado con la compañía hidroeléctrica, según Fiscalía y acusaciones.

El laboratorio concluyó que la manipulación se había producido, de acuerdo con los informes a los que se hizo alusión en la vista oral de ayer que ratificaron los diferentes integrantes de los equipos de Industria e Iberderdrola que prestaron declaración en el juicio.