Cerca de 900 edificios de cuantos existen levantados en la ciudad de Zamora se encuentran en un estado de conservación malo, deficiente o ruinoso. Una cifra que supone, teniendo en cuenta la totalidad del parque inmobiliario de la capital, que uno de cada diez bloques deben someterse a una rehabilitación tras constatar problemas en sus estructuras. Este fin de semana fue el antiguo edificio de García Casado el que dio un susto a los viandantes tras desprenderse parte de la fachada, pero lo cierto es que existen muchos más a lo largo y ancho de la capital que mantienen algún tipo de desperfecto.

La catalogación de la conservación de edificios se establece según cuatro baremos. El primero de ellos es el de ruinoso, que se da cuando el inmueble se encuentra apuntalado, se está tramitando la declaración oficial de ruina o existe declaración oficial de ruina. Zamora cuenta con 46 en esta división. El segundo saco es el de un estado "malo", que se da cuando existen grietas acusadas o abombamientos en alguna de sus fachadas, hay hundimientos o falta de horizontalidad en techos o suelos o se aprecia que ha cedido la sustentación del edificio (por ejemplo porque los peldaños de la escalera presentan una inclinación sospechosa) y de estos hay 169.

El tercero es el escalón de edificio "deficiente", en el que se debe constatar que tiene las bajadas de lluvia o la evacuación de aguas residuales en mal estado, hay humedades en la parte baja del edificio o tiene filtraciones en los tejados o cubiertas y de los cuales se contabilizan 672 en Zamora. Finalmente, hay 7.092 que se encuentran en un buen estado de conservación.

Con los datos en la mano, se pone de manifiesto que uno de cada diez edificios levantados en la capital necesitan de una rehabilitación para ajustarse a los parámetros de seguridad. Un trabajo que depende de las comunidades de vecinos.