Lo dijo Francisco Guarido la pasada semana tras mitigarse la crisis que mantenían IU y PSOE: "Es el momento de dejar a un lado cualquier otra cuestión y centrarnos en trabajar durante el año y medio que nos queda para sacar adelante todo lo que tenemos encima de la mesa". Y lo que queda encima de la mesa no es cosa de poco. El parque de bomberos, el matadero, el Banco de España, la liberación de la muralla, el centro cívico, el nuevo conservatorio... El equipo de Gobierno afronta sus últimos 18 meses al frente del Ayuntamiento de Zamora y por eso se ve obligado a esprintar para alcanzar todos los proyectos que figuran en su hoja de ruta. Unos están muy avanzados, otros han de despegar en las próximas semanas y alguno será muy difícil que salga adelante. El objetivo municipal es que estos últimos sean los menos.

La conversión del antiguo matadero de la avenida de Galicia en biblioteca municipal y centro de adultos pasa por ser uno de los proyectos más demandados por la ciudadanía. Además, el equipo de Gobierno ha mostrado desde el minuto uno su interés por sacar adelante esta obra enquistada en el tiempo, aunque hasta el momento los pasos solo se han dado en los despachos. El alcalde, Francisco Guarido, ha anunciado que se están tramitando los últimos pasos antes de adjudicar por tercera vez las obras en este complejo. "Ahora mismo estamos en la fase de fiscalización del proyecto. Las modificaciones que presentó la Junta de Castilla y León para el centro de adultos han sido admitidas por su escaso coste económico y tan solo restaría formalizar el convenio con la administración regional y hablar de dinero. En este sentido, creo que la voluntad es buena y así se desprende del compromiso adquirido por el consejero", apunta.

La liberación de la muralla es otro de los grandes proyectos que el bipartito IU-PSOE quiere sacar adelante antes de que finalice su mandato dentro de los 18 meses que restan para ello. El último derribo se produjo el pasado mes de junio en el número 31 de la avenida de la Feria y terminó en derrumbe, al desplomarse la fachada principal del edificio durante las labores de la excavadora. El objetivo ahora es echar abajo los números 17 y 19 de la citada avenida, algo que tendrá que ocurrir en un plazo nunca superior a los próximos diez días. De hecho, los inmuebles ya tenían que ser pasto de los escombros, pero la primera adjudicataria renunció. Las licencias de derribo ya están listas y en cuanto se ejecuten se culminará la primera fase de la liberación de la muralla, que generará un espacio diáfano cercano a los 160 metros lineales sin ningún tipo de edificación. El coste de las expropiaciones de estos dos inmuebles ha sido de 21.685 para el número 17 y de 71.500 para el número 19, a lo que habrá que sumar el gasto para el derribo de los edificios.

En el horizonte queda reducir a escombros el bloque de viviendas correspondiente al número 11 de la avenida de la Feria, que fue expropiado forzosamente por la vía judicial con un coste que ascendió a los 1,2 millones de euros. "Lo que ocurre con este edificio es que tiene inquilinos que aún viven en el interior y ahora estamos en un proceso para llegar a acuerdos con ellos, aunque eso lleva un tiempo", apunta Francisco Guarido.