La UTE Requejo, formada por las empresas Puentes e Infraestructuras y Geotúnel han solicitado autorización para construir un polvorín de dos toneladas de explosivos y un depósito auxiliar para el almacenaje de 12.500 detonadores en la boca oeste del túnel de Requejo, dentro de las obras del AVE a Galicia.

Según relata la empresa el proceso de excavación de los túneles se plantea según el denominado nuevo método austriaco. El túnel de Requejo, vía derecha, tiene 85 metros cuadrados de sección con una longitud excavada de 2.363 metros. Asimismo existen falsos túneles a la entrada y salida y a su vez incluyen cinco galerías de evacuación y una de instalaciones que conectan ambos tubos. Se excavarán por el método convencional de voladura o excavación mecánica, siguiendo el nuevo método austriaco.

La programación de las obras contempla la realización de voladuras a lo largo de toda la jornada, "incluso en horario nocturno". Para el almacenamiento de los explosivos y detonadores de las voladuras nocturnas, así como para recoger los sobrantes de las diurnas "es conveniente la instalación de un depósito de consumo de explosivos, así como un depósito auxiliar para detonadores". Disponer de un polvorín en la misma obra tiene ventajas, tanto técnicas para la obra como de seguridad, indican las empresas. Por ejemplo, el ocasiones puede quedar algún barreno sin explotar y "lo más seguro es colocar un nuevo cebo con su detonador en el barreno y proceder a iniciarlo de nuevo. En otros casos conviene colocar explosivo de fragmentación en caso de grandes bolos o cuñas inestables de roca con riesgo de caer en el futuro.

La distancia del polvorín a núcleos de población tiene que ser de un mínimo de 428 metros. Teniendo en cuenta que el núcleo de población más cercano es el pueblo de Requejo, se cumple con la distancia reglamentaria exigida. Lo mismo ocurre con las viviendas aisladas, las más cercanas de las cuales son unas instalaciones abandonadas que se encuentran a 700 metros. y Con respecto a las vías de comunicación también se mantiene la distancia con respecto a la autovía, mientras que la línea de ferrocarril existente está a 130 metros, lo que obliga a construir una defensa con un muro de escollera alrededor del depósito de explosivo.