La pasión por la música al final ha sido más fuerte y Héctor Pérez presenta este fin de semana su primer trabajo discográfico, "Places", bajo el nombre de Pelícano. Atrás ha dejado su trabajo en el banco y se ha embarcado en este proyecto del que solo espera "poder llegar a ganarse la vida".

-¿Quién es Pelícano?

-Es un proyecto musical que nace a finales del pasado año, en 2016, cuando comienzo a componer las canciones. He elegido un nombre artístico en vez del mío personal porque quería buscar una imagen singular para este camino musical que emprendo.

-¿Cuándo nace esta idea de dirigir tu destino hacia la música?

-Fue cuando yo trabajaba en un banco, en el que ha estado once años, cuando vi claro que a lo que quería dedicarme realmente era a la música.

-Más de uno le habrá advertido de que este cambio radical era una auténtica locura.

-Por supuesto. Pero me he topado con las dos opiniones, aquellos que me tildan de loco y otros muchos también que se alegran un montón por mi decisión, me dan la enhorabuena y me reconocen que ellos no tendrían valor para hacerlo y que en el fondo les doy mucha envidia.

-Su primer trabajo, "Places", ¿qué tiene que ofrecer al público?

-Se trata de un disco que hacía un recorrido temporal y sentimental por diferentes momentos de mi vida. A mí personalmente me traslada a momentos sentimentales más o menos importantes, pero que en el fondo todos hemos vivido. Por eso denomino el disco como de lugares comunes. También están representados los lugares físicos, por los que yo he estado en mi infancia y adolescencia hasta la actualidad.

-Parece que esos momentos han tenido muchas influencias musicales, porque su disco es un compendio de estilos que van desde el pop hasta la música electrónica.

-Es una mezcla de todo lo que he escuchado a lo largo de mi vida. Mi padre de pequeño me ponía música clásica y jazz, luego yo también he escuchado pop, rock o soul. Al final, ha salido un compendio de todos esos estilos, incluida la música electrónica. Y todo es por la influencia que en mí han tenido las músicas que he escuchado durante todos estos años, que al final se han visto plasmadas en el disco.

-¿Le resulta más cómodo componer y cantar en inglés que en español?

-Reconozco que en inglés no canto muy bien (risas) pero compongo en ese idioma porque es el de la música que escucho y por eso me sale más natural hacerlo así. No hay otra razón.

-Echando la vista atrás, ¿qué ha sido lo más complicado de todo el proceso hasta llegar a tener el disco en sus manos?

-La producción, sin duda. Era un mundo que desconocía completamente y cuando me metí a grabar con el productor Edu Jerez en su estudio Minuszero no tenía ni idea de nada. Yo llegué allí con un boceto, pero él realizó el cuadro, añadiendo instrumentos, capas y estilos a los que yo ya llevaba. A mí me ha resultado muy difícil, por ejemplo, estar toda una tarde escuchando un solo instrumento en su pista y concentrarme en ello. Luego me he ido acostumbrando y ha ido todo más fluido, pero al principio no paraba de preguntar todo, porque no entendía nada de lo que estaba pasando a mi alrededor.

-¿Es la razón por lo que cada canción suena tan trabajada?

-Así es. Le dimos muchas vueltas a cada tema para intentar saber por dónde queríamos que fuera. Valoramos todas las opciones, hablamos mucho, nos enfadamos, nos volvimos a contentar y así se creó cada canción. Era una cuestión de trabajar y trabajar sobre cada tema.

-¿Apostó desde el principio por usted Edu Jerez?

-Me habían hablado otros músicos y de él y yo le presenté mi trabajo. Me abrió sus puertas, pero me advirtió de que iba a ser un trabajo duro, grabando instrumento por instrumento. Para muchos de los músicos que me han acompañado también ha sido muy duro, porque también era su primera vez.

-¿Se siente arropado con su primer trabajo?

-Ha habido mucha gente que me ha ayudado y no habría pasado nada de esto sin ellos. En el disco ha participado una treintena de músicos y ahora para los directos contaré con mis compañeros Jesús Santiso a los teclados, Alejandro González con la guitarra, Héctor Martín al bajo y Alberto Álvarez con la batería. Todos son zamoranos que también han participado en el disco, junto a otros profesionales de Madrid.

-¿Cree que le ha dado tablas el ser durante años el vocalista de grupos zamoranos como Brainless o Wachowski?

-Espero que para el directo me sirva esa experiencia. A la hora de grabar y componer ha sido todo nuevo para mí, pero a la hora de enfrentarme a los temas en directo seguro que sí.

-¿Pelícano se quitará las gafas de sol cuando suba al escenario?

-No siempre, pero seguro que lo hará. Lo de protegerme tras las gafas de sol con esos grupos era mi seña de identidad, pero también un escudo, porque tenía un poco de pánico a enfrentarme al público. Creo que ya lo he superado.

-¿Cómo se plantea la promoción del disco?

-Empiezo este fin de semana con conciertos casi en familia, en Zamora, pero luego comenzaré a buscar salas y festivales por todo el país. Ahora el disco me pide los directos para poder evolucionar. Dependiendo de cómo empiece a sonar este fin de semana, será un punto de partida a cómo va a avanzar. Tendrá las mismas estructuras, pero los temas cambiarán, tienen que llegar al público. En el disco cada canción cuenta con siete guitarras, dos bajos y tres teclados, pero en el directo, a la hora de simplificar, cada tema se quedará en su esencia. Puede que no suene tan trabajado, pero sí más contundente.

-Algunos privilegiados ya han podido escuchar su trabajo, ¿cuáles han sido las primeras reacciones?

-Ha habido sobre todo de dos tipos, a los que le ha gustado y los que se han sentido sorprendidos. También ha habido un pequeño núcleo que me han reconocido que este tipo de música no les gusta, pero también que el disco no estaba mal. Todo ello es un empujón para seguir adelante.

-¿Se imaginaba llegar hasta aquí cuando cantaba con su familia en el coro de Cristo Rey?

-No me lo imaginaba para nada, pero estoy realmente contento de que haya pasado, porque lo que yo he aprendido en todo este tiempo es que uno tiene que dedicarse a lo que realmente quiere para ser feliz.

-¿Hasta dónde sueña con llegar en el mundo de la música?

-La verdad es que no tengo ninguna pretensión. No quiero triunfar, solo poder llegar a ganarme la vida con esto.