"La formación del médico, pero sobre todo de la población general en los aspectos básicos del riesgo asociado" a la exposición ambiental al gas radón "puede contribuir a que se tome conciencia del problema y se minimicen las consecuencias". Es el objetivo del trabajo elaborado por cuatro doctores del Complejo Asistencial de Zamora, Carlos Llanes Álvarez, Jesús Monforte Porto, Manuel Franco Martín y Francisco Sáez Beltrán, los tres primeros del servicio de Psiquiatría y el cuarto de la Unidad de Radiofísica del Complejo Asistencial, que ha sido publicado en la revista "Nuevo Hospital" que edita en versión digital el centro de Sacyl.

El radón, explican los autores, es un elemento químico radiactivo del grupo de los llamados gases nobles. "Al ser un gas puede ser inhalado y emitir radiación alfa que incide directamente sobre el epitelio pulmonar y es la causa de su peligro potencial. La exposición a largo plazo puede desembocar en cáncer de pulmón, el único que se ha comprobado está asociado con su inhalación. La cartografía del potencial de radón en España, desarrollada por el Consejo de Seguridad Nuclear, categoriza las zonas del territorio estatal en función de sus niveles de radón. En la provincia de Zamora, la comarca de Sayago es una zona de elevadas concentraciones de radón". En concreto, el área comprendida entre los municipios de Bermillo de Sayago, Fadón, Fariza, Muga de Sayago y Sogo "es una zona de elevadas concentraciones de radón. El predominio en la zona de construcciones de planta baja, unido a un envejecido parque de viviendas, (con escaso o nulo aislamiento del terreno) puede entrañar cierto riesgo para la salud de sus habitantes", precisan los autores.

Y es que, como indica este estudio y también el informe que sobre el peligro del gas ha publicado la Consejería de Sanidad, hay que tener especial cuidado con el aislamiento de las viviendas para evitar que una alta exposición al radón pueda tener efectos perjudiciales en la salud. "El radón en el aire exterior, se diluye rápidamente representando un riesgo mínimo para la salud. Sin embargo, el radón en el interior de un edificio puede ir acumulándose, aumentando su concentración hasta alcanzar niveles que se recomienda no superar, de cara a proteger la salud de las personas que habiten o trabajen en el interior", dice Sanidad.

El estudio de Zamora explica que de confirmarse una elevada concentración de radón en el interior de una vivienda se pueden implementar desde medidas sencillas como una ventilación eficaz y frecuente, a estrategias constructivas más complejas como el forjado sanitario (elevar unos centímetros la casa sobre el suelo), barreras antiradón o sistemas de extraccion de gas.