Lo que comenzó como un proyecto en el aula se ha convertido en un auténtico movimiento solidario que ha implicado no solo a los grupos de alumnos participantes, sino a todo el personal del CIFP Ciudad de Zamora. La artífice de ello ha sido la profesora María Jesús Sánchez Gómez, de Empresa e Iniciativa Emprendedora, quien tomó prestada la idea del denominado "Reto de los cinco euros" para motivar a sus estudiantes a realizar un proyecto en estos primeros meses de curso.

"La idea era que, puesto que estábamos estudiando las cualidades del emprendedor, ellos mismos realizaran su propio proyecto, pero que no tuvieran en cuenta una gran inversión", resume la profesora. Por ello, la cuantía era mínima, de tanto solo cinco euros. "Tenían que idear una solución a un problema, no pensar en el dinero", apunta. Y se pusieron manos a la obra durante toda una semana, utilizando principalmente las horas de recreo.

En esta propuesta participaron un total de cinco grupos, de los ciclos de Técnico de Animación de Actividades Físicas y Deportivas y de Gestión de Alojamientos Turísticos. Un total de 25 personas con una media de edad de 20 años que se implicaron desde el primer momento en este reto.

Las propuestas fueron de lo más singular. Desde elaborar originales rosas de gominola, que denominaron "rosa solidaria" y las vendieron a 50 céntimos, hasta organizar diversos juegos habituales en las ferias, como derribar objetos con pelotas o jugar con varios aros. En este caso, los alumnos salieron una tarde a la calle y se instalaron en plena Santa Clara para animar a los transeúntes a participar y colaborar con su aportación.

No fueron los únicos que solicitaron ayuda externa para llevar a cabo su proyecto. También fue el caso de aquellos que vendían gominolas, puesto que también ofrecían boletos para participar en el sorteo de entradas de cine y cenas gratuitas. Para ello contactaron con Multicines Zamora y con Dominos Pizza, que se involucraron en esta iniciativa "sin dudarlo", agradece la profesora.

Otro grupo optó por vender las denominadas "semillas sorpresa", que se metían en unos pequeños maceteros y se vendían por 50 céntimos. De ellos podía salir desde perejil hasta una bonita flor. La serie de proyectos se completó con aquellos que compraron cinta con la bandera de Zamora y elaboraron pequeñas pulseras, que pusieron a la venta por un euro. Todo un éxito de negocio, porque este adorno gustó mucho a alumnos, profesores y resto de personal del centro.

Prueba más que superada

Los participantes superaron con creces las expectativas, puesto que todos ellos multiplicaron las ganancias de lo invertido en sus proyectos. Desde los 38 euros que lograron los chicos que animaron a participar en los juegos de feria hasta la "locura" de las pulseras con la bandera de Zamora, que logró recaudar un total de 158,45 euros. "Han rentabilizado sus proyectos entre un 710 y un 2.750%", aplaude la profesora.

Pero, lo mejor de todo "ha sido el destino del dinero logrado", asegura Sánchez Gómez. Entre los participantes acordaron que lo recaudado iría a parar a la delegación zamorana del Banco de Alimentos. Con ellos contactaron para preguntar qué productos eran lo que más les urgían. Así, destinaron los cerca de 400 euros en comprar 200 kilos de tomate frito y más de 150 litros de aceite de girasol. Una representación de los alumnos acudió con los palés al almacén de esta ONG, quien agradeció la labor de los estudiantes y su espíritu solidario.