A falta de rematar los últimos detalles para finalizar las obras de rehabilitación, los viandantes que frecuentan la pasarela exterior del Puente de Hierro vuelven a mostrar su desazón ante el nuevo arreglo de una infraestructura cuyo firme ha sido objeto de crítica desde su instalación, hace ya casi veinte años.

Desde su construcción, el continuo traqueteo de las tablas al paso de los viandantes ha musicalizado el trayecto que cientos de peatones de la margen izquierda realizan a diario sobre el Duero para acceder al centro de la ciudad. Una irritante sinfonía que ha sido denunciada de forma reiterada ante los sucesivos equipos de Gobierno del Ayuntamiento y ocasionada, al parecer, por el mal anclaje de los tablones de madera que conforman la transitada pasarela.

Sin embargo, a la vista de los trabajos realizados hasta la fecha, los transeúntes claman contra unas obras que, lejos de "levantar tabla por tabla" -como demandaba Artemio Pérez-, han supuesto un nuevo "chaperón", en palabras del presidente de la Asociación de Vecinos de Pinilla. Desde su óptica, las mejoras llevadas a cabo en esta nueva enmienda "de poco sirven cuando el firme no está firme, es decir, cuando el piso no está fijo", explica.

No obstante, las obras ejecutadas por el Ayuntamiento y adjudicadas por 36.000 euros -un 28% menos que el presupuesto base de licitación- sí contemplan la revisión y reparación del anclado de las tablas al suelo. Asimismo, las labores de mejora y acondicionamiento en el tramo han supuesto la reposición de los paneles de vidrio de la barandilla, rotos y pintarrajeados como consecuencia del vandalismo de algunos ciudadanos. Según apunta el concejal de Obras Romualdo Fernández, la reapertura al tráfico en ambos sentidos del Puente de Hierro está prevista para "el martes o miércoles" de la próxima semana, tras el completo secado de la capa antideslizante imprimida ayer sobre el piso para evitar resbalones en los días de lluvia y heladas.