Aceite, miel, jalea, paté y hasta caviar. Como novedad, la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica cuenta con su propio expositor de productos comestibles -además del paisaje natural por excelencia- que llevan su propia marca de calidad. Un sello "al que solo pueden acceder aquellos que cuentan con unas condiciones de calidad precisas", apuntó Mayte Martín Pozo durante la inauguración de Ecocultura. Por ello, hoy a las 18.30, en la sala de conferencias del recinto ferial, la coordinadora española de la Reserva de la Biosfera, Iria Romero, impartirá una ponencia sobre el procedimiento de utilización de la marca para todos aquellos que cumplan los requisitos que demanda tal catalogación y quieran adherirse al proyecto. "Aquí solo hay espacio para la calidad de verdad", apostilló la presidenta provincial.

Como tal, la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica declarada por la Unesco tiene tres funciones que se consolidan y complementan. La primera, contribuir a la conservación de los paisajes, los ecosistemas, las especies y la biodiversidad. La segunda, impulsar el desarrollo económico de forma social, cultural y medioambientalmente sostenible. Y la tercera, apoyar desde el punto de vista logístico proyectos de investigación, educación, formación e información en todos los ámbitos, incluido el local.