Para paliar los efectos de la sequía en un año especialmente duro para la provincia, la Diputación ha invertido en los dos últimos años dos millones de euros. La cuantía se ha destinado, sobre todo, a plantas potabilizadoras, captaciones, pozos de sondeo y Estaciones de Tratamiento de Agua Potable portátiles. Sin embargo, no en todos los casos la habilitación de nuevos sistemas de mejora han permitido satisfacer al completo la necesidad vital. En este sentido, la institución provincial ha tratado de atender de forma inmediata la apremiante falta de agua, "ya sea un lunes por la mañana o un viernes por la tarde, siempre que haya sido necesario y donde fuera necesario", ratificó la presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo, el pasado sábado durante su discurso central del Día de la Provincia. Este hecho se traduce en más de cuatro millones de litros de agua para los vecinos del medio rural.