Destituido en octubre de 1934 como alcalde, Cruz López García volvió a ocupar el sillón consistorial tan solo cuatro meses después, y a petición popular. El alcalde socialista era un hombre querido entre los ciudadanos, quienes no dudaron en manifestarse por las calles de la ciudad para que regresara a su puesto.
El Ayuntamiento de Zamora rendía ayer junto a su familia -la de sangre y la de afiliación política- un pequeño homenaje a la figura de este alcalde, el último en restituirle el honor tras ser represaliado por sus creencias en la Guerra Civil.
Fue su biznieta Paula de la Torre quien tomó la palabra en este acto para realizar un retrato de su bisabuelo. Una de las anécdotas más entrañables que compartió fue aquella en la que bajó de su despacho para atender a un hombre, falangista, al que habían disparado. Su rápida intervención le salvó la vida. "Yo me pregunto si eso le salvó del "paseo" después, o quizá fue su amistad con un sacerdote con el que discutía cuestiones filosóficas y humanas y que siempre le decía: ¡qué bien hablas, Cruz! Deberías ser de los nuestros".
El día del Alzamiento, cuando el señor alcalde se dirigía al Ayuntamiento, ya estaban apostados los soldados "con las bayonetas caladas", rememoró su biznieta. "Desde ese momento, quedó arrestado en su casa. No pudo volver a ejercer su trabajo de profesor de carpintería en la Escuela de Artes y Oficios. Fue destituido por pertenecer al partido marxista", relató.
Ante esa situación, se le recomendó que abandonar la ciudad "porque corría peligro". Debía huir de Zamora, que le había acogido tras pasar su niñez en Valencia y su juventud en Madrid, donde conoció a su esposa, para iniciar una nueva etapa. El lugar elegido fue León, dejando atrás a familiares y amigos.
Allí tampoco las cosas fueron sencillas, pues en un registro que realizó la policía en su casa, encontraron su carné de socialista, lo que le reportó quince días en la cárcel. Tiempo después pudo regresar a Zamora y se instaló en una casa de pueblo en San Martín.
"Fue una bella persona al que todo el mundo quería. Por algo será", finalizó su biznieta antes de arrancar los aplausos de todos los presentes.
