La provincia de Zamora ha capitaneado uno de los veranos más secos de la historia en Castilla y León, con valores preocupantes que se han prolongado por Salamanca, Valladolid, Ávila y el suroeste de León. En estas zonas, la valoración del mes de junio según la Aemet fue de "muy seco" debido a que no se superaron precipitaciones por encima de los 15 litros por metro cuadrado, una cifra que dejó un déficit en la región del 10%. Una situación que se prolongó durante el mes de julio. En agosto, las precipitaciones se concentraron entre los días 16 y 30, principalmente en la meseta de este de Zamora, lo que le valió la catalogación de mes "húmedo" o "muy húmedo", mientras que en los Arribes del Duero el mes fue "seco".

La situación ha afectado de manera especial al río Duero, que ha vivido unos meses complicados debido al bajo nivel del agua y la precaria situación de los embalses de que se abastece. Esto obligó al Ayuntamiento de Zamora a aprobar con carácter de urgencia un plan contra la sequía en el que se contemplan diferentes medidas a tomar en función de los supuestos.