Alfonso Fernández Mañueco (Salamanca, 1965) ocupa desde el pasado mes de abril la presidencia del Partido Popular de Castilla y León. Su elección, refrendada en primera instancia por los militantes, supuso un giro coperniquiano de la corriente dominante en el grupo parlamentario popular frente al Gobierno de Juan Vicente Herrera, con quien asegura llevar una "cohabitación" presidida por el sentido común. En el horizonte, las elecciones de 2019 para las que dice estar preparado en "pole position". Esta semana visitó Zamora donde mantuvo un encuentro con concejales y diputados provinciales.

- ¿Cómo lleva la "bicefalia" con Juan Vicente Herrera como presidente del Gobierno autonómico, da por superada la fractura que se evidenció esos días?

- Yo no hablaría de fractura. Sí que hubo una serie de acontecimientos en un periodo muy breve de tiempodesde que Juan Vicente Herrera decide y hace público que su tiempo al frente del partido llegaba a su fin. Desde ese anuncio, de que se ha acabado su tiempo, hasta las elecciones en las que yo obtengo un claro resultado, transcurren solo unos días, apenas ocho. Y todos, en conjunto, hemos hecho un esfuerzo para cumplir con lo que como presidente electo pedía: un partido más unido y más fuerte. Es verdad que la situación de bicefalia no es lo habitual. La única excepción se produjo en un momento muy determinado, cuando Jesús Posada era presidente de la Junta y José María Aznar se convirtió en presidente del PP de Castilla y León. En este caso también se trata de una situación que solo se prolongará hasta 2019, cuando se convoquen nuevas elecciones. Pero, en todo caso, es una situación que llevamos con mucha inteligencia y mucho sentido común, puesto que el objetivo para todos es el mismo: pensar en el interés general de la gente de esta tierra. Y creo que lo estamos haciendo bien.

- Uno de los grandes males de esta tierra, la despoblación, ha sido objeto de numerosos debates de medidas anunciadas por el Gobierno de su partido en Castilla y León, ¿por qué cree que no se obtienen resultados?

- La despoblación y el envejecimiento, desgraciadamente, son problemas complejos, en los que influyen numerosos factores y además común no solo a nuestro territorio, sino a toda España e incluso a Europa. No es tampoco nueva la tendencia de la gente a marcharse de los municipios pequeños hacia las ciudades o hacia núcleos más grandes. Tanto el PP como la Junta, a la que sustenta el partido, han conseguido, sin embargo, que la despoblación sea abordada como un problema nacional, a partir de la última conferencia de presidentes autonómicos celebrada en el mes de enero mediante una propuesta presentada por Juan Vicente Herrera en nombre de Castilla y León tras el acuerdo mayoritario de las Cortes. Pero es cierto, la pérdida de población es evidente en nuestra tierra y por ello debemos seguir apostando por medidas e iniciativas que palien este hecho, para lo que se necesita la coordinación y la colaboración de todas las administraciones públicas. Hay un factor determinante para fijar población, que no es otro que la creación de empleo: facilitar la constitución de empresas y que estas ofrezcan oportunidades a los trabajadores y a sus familias. Hemos vivido una crisis económica durísima durante los últimos ocho años y ha repercutido, lógicamente, en la población, tanto en España, como en Castilla y León, como en Zamora. El PP prometió que esta sería la legislación de la creación de empleo y vamos por buen camino. El crecimiento económico ayudará a frenar la emigración, si bien será necesario adoptar políticas entre todas las administraciones.

- Pero en esa creación de empleo existe un fuerte componente de temporalidad.

- Los datos objetivos indican que tres de cada cuatro contratos firmados son fijos, ese es un porcentaje muy alto.

- La Junta, que aprobó el pasado año un plan extraordinario para Soria, considera innecesario la aplicación de un plan especial para Zamora, tal y como reclaman colectivos empresariales de la provincia.

- Creo que el planteamiento debe ser siempre integral, sin que eso signifique que, si una provincia necesita medidas adicionales, puedan adoptarse una vez evaluada la situación. Y, desde luego, resulta imprescindible la coordinación con todos los colectivos implicados, comenzando por los empresarios, organizaciones patronales, sindicatos?El diálogo fluido entre todos los agentes que están relacionados directamente con la creación de empleo es imprescindible, como lo es poder atraer a nuevos inversores de otros lugares del país o de otros países que apuesten por estos territorios. Debe facilitarse la exportación a todas estas empresas. En el mundo actual las nuevas tecnologías permiten que la competitividad y la presencia en mercados internacionales sean factibles incluso para las pequeñas empresas. Y ahí es donde tenemos que hacer hincapié: todos los proyectos solventes, las iniciativas con apuestas económicas, deben tenerlo fácil para salir adelante.

- Nuevas tecnologías que siguen siendo el caballo de batalla para los emprendedores, sobre todo, del entorno rural.¿Se debería negociar con las operadoras puesto que el acceso a Internet es, ya, un servicio básico cuya carencia ahonda las desigualdades?

- Cierto es que el territorio de Castilla y León además de extenso es complejo desde el punto de vista orográfico, pero debemos reconocer que la generación de oportunidades en el medio rural exige el acceso a Internet de banda ancha y a todas las nuevas tecnologías de la información, necesarias para poder competir tanto para las industrias agroalimentarias como el turismo rural. Se trata de una competencia del Estado y la liberalización ha hecho que las operadoras se preocupen más por las grandes ciudades, dejando atrás las zonas rurales. Por tanto, debe haber una apuesta por parte de las administraciones del Estado, también, por qué no, de las locales y de la Junta de Castilla y León. Y dentro de esas necesidades en cuanto a nuevas tecnologías deben incluirse también los transmisores para la televisión digital. Son los nuevos retos como en su día fueron la telefonía o la televisión analógica. Hay que reconocer que es un problema que no se va a resolver en tres días, pero sí que debemos hacer una apuesta decidida para que se lleve a la realidad y que sea un asunto prioritario. Allá donde no puedan llegar las operadoras, inevitablemente tendrán que llegar las administraciones públicas.

- ¿Usted percibe que esa desigualdad entre el entorno rural y el urbano se ha acrecentado?

- Esta pregunta llevaría todo un programa de legislatura y hasta más allá. Volvemos a remitirnos al problema del abandono de los pueblos y del envejecimiento. Y vaya por delante que yo creo firmemente que ese envejecimiento no tiene por qué ser algo netamente negativo. Que la gente muera más mayor es un adelanto.

- Oyendo a cargos como la presidenta del FMI, Christine Lagarde, sobre esta misma cuestión, podría llegarse a la conclusión contraria.

- Hombre, objetivamente es mejor que la supervivencia media se sitúe en los 84, como sucede ahora frente a los 74 que era la media cuando llegó la democracia. ¿Qué eso genera tensiones en la sanidad, en el sistema de pensiones y servicios sociales? Cierto, pero siempre será un hecho positivo que la gente viva más y mejor. Todo lo que se viene trabajando en materia de demografía, en la mejora de comunicaciones terrestres y otras infraestructuras, la apuesta por la agroalimentación con inversiones muy potentes como la que esta semana hemos visitado en Azucarera de Toro, un foco, dicho de paso, muy potente en el sector, significa que no hemos arrojado la toalla en el futuro del medio rural. Lo importante es incidir en este tipo de iniciativas que generen esperanza e ilusión para que existan oportunidades. Y luego, que la gente elija dónde quiere vivir, que es un derecho individual. El trabajo de las administraciones es que exista un nivel homogéneo de servicios en todos los ámbitos.

- Castilla y León busca la alianza con otros territorios con el mismo problema de despoblación para conseguir paliar la pérdida que, según los expertos, supondrá para esta comunidad autónoma el nuevo sistema de financiación.

- Es legítimo que cada comunidad autónoma quiera conseguir el mayor número de recursos para su territorio, es lógico. Si se repasan las declaraciones de los respectivos líderes autonómicos, todos se quejan. No se discute que sea necesario otro modelo de financiación, ya que el actual fue realizado de forma unilateral por parte del PSOE con el voto en contra del PP. Ahora, tanto el presidente del Gobierno español como el presidente de la Junta han apostado porque ese nuevo modelo esté avalado por el máximo consenso de fuerzas políticas, al menos de PP y PSOE que son quienes gobiernan la mayoría de los territorios. También es necesario el consenso entre las comunidades autónomas, excluyendo cualquier tentación de negociación bilateral.

- Pero los Presupuestos Generales del Estado dependen más que nunca de pactos con el PNV. Y luego está el conflicto soberanista en Cataluña. Parece difícil que el "bolsillo común" en el reparto de dinero para los distintos territorios no se resienta de ambas cuestiones y que, por tanto, haya quien salga perdiendo.

- Tenga en cuenta que el modelo de País Vasco y Navarra tienen un régimen foral, distinto, según recoge la Constitución Española, por lo tanto no tendrá incidencia en la negociación del modelo de financiación, ya que se trata de una negociación bilateral. Reconozco, sin embargo, que va a ser complicado llegar a un acuerdo para el modelo de financiación por las circunstancias que atraviesa España y por la postura del PSOE, que no está por la labor de llegar a un entendimiento. Los incrementos presupuestarios, defendemos desde el PP, deben integrar las partidas de los grandes servicios públicos para consolidar el sistema sanitario, el educativo y el social en Castilla y León. Por parte de los nacionalistas catalanes, está claro que la lealtad constitucional y el principio de solidaridad no existen. Asistimos, por desgracia, a hechos ya repetidos en la historia de España. La Constitución Española consagra la igualdad y la libertad de todos los ciudadanos, que deben tener garantizado un nivel mínimo de calidad de los servicios públicos esenciales. Pero mire, en Cataluña, por ejemplo, no se ha gestionado con eficacia por parte de sus dirigentes, a diferencia de lo que ocurre en Castilla y León. Los dirigentes catalanes están más preocupados por esa obsesión independentista que les lleva a destinar dinero que correspondería a la Educación, a la Sanidad Pública a la deriva independentista. Repito que sí, todos queremos lo mejor para nuestras comunidades autónomas, pero el modelo Constitucional es un modelo de igualdad de servicios para las personas.

- ¿El desafío independentista puede ser la encrucijada definitiva para su líder, Mariano Rajoy?

- El problema de Cataluña es, tras el 23-F, el mayor desafío para la democracia española, no solo para Mariano Rajoy. El Gobierno está actuando con firmeza, con proporcionalidad, sin entrar a las provocaciones de los independentistas y respondiendo con la legalidad en la mano ante todas las aberraciones jurídicas contrarias al Estado de derecho español. Los fiscales, el Tribunal Constitucional, reaccionaron con rapidez ante la aprobación bochornosa por parte del Parlament catalán de leyes propias de una dictadura, de una república bananera. Resulta irónico que los independentistas digan a aspirar a ser reconocidos como una democracia con estas prácticas.

- ¿Hay algún margen de maniobra para el diálogo o considera rotos todos los puentes?

-¿Diálogo para un referéndum ilegal? Eso no tiene sentido. Mariano Rajoy ha hecho siempre una política de mano tendida hacia todas las fuerzas políticas nacionalistas. El problema es la deriva de quienes han perdido el sentido común y conseguir un objetivo alejado de la legalidad.La Constitución fue votada de manera masiva afirmativamente en Cataluña y ahora se divide a los catalanes entre los que defienden la independencia frente a los que buscan un modelo intermedio o los que defienden el modelo estatutario actual. De aquí al 1 de octubre solo cabe actuar con esa firmeza y proporcionalidad de la que hablaba antes. La acción del Gobierno de Rajoy está respaldada por las principales fuerzas del arco parlamentario: PP, PSOE, Ciudadanos. Lamento que Podemos se alineara en defensa de la unidad de España, de la Constitución y de la soberanía nacional.

-¿Y de qué vale la firmeza ante un Govern y un Parlament que hacen caso omiso de la legalidad nacional?

- Quienes apuestan por forzar la Ley, la Constitución no quieren dialogar con nadie. Solo hay que remitirse al bochornoso espectáculo al que asistimos días atrás en el Parlament. Es una situación grave no solo para España sino para la Unión Europea. Solo cabe la aplicación de la ley suspendiendo y sancionando este tipo de abusos.

- ¿Es partidario de que se aplique el artículo 155?

- Esperemos que no sea necesario, habrá que ver cómo se suceden los acontecimientos. El Gobierno ha dicho, desde el minuto 1 que no habrá referéndum. Creo y respaldo al Gobierno, sobre todo porque no hay tal referéndum, es un esperpento en el que se puede uno imprimir la papeleta en casa, todo un ejemplo de antidemocracia.

- ¿Es tremendista temer una "balcanización" de España?

- Confío en una inmensa mayoría de la sociedad catalana, que me toca de cerca porque parte de mi familia es de allí, que es tremendamente respetuosa con la legalidad. Es la mayoría silenciosa que solo pretende una normalización de la vida política, social y familiar. Porque lo más triste es que esto se haya traducido en enfrentamientos incluso entre las propias familias. Se vende también una confrontación ficticia con la lengua. La lengua no crea diferencias, lo hacen quienes la utilizan como elemento de segregación. Es imposible pensar en que quienes pretenden hacer sentir extranjeros en su propia casa a quienes se sienten españoles y catalanes como actores para facilitar el diálogo.

- Hay quien opina que la cuestión catalana le ha venido bien a su partido para correr una cortina de humo sobre la proliferación de casos de corrupción que les ha puesto contra las cuerdas judiciales.

- Eso es impensable. Nunca propiciaríamos una situación tan grave para tener rédito electoral, todo lo contrario.

- En las Cortes de Castilla y León hay dos comisiones en marcha por supuestas tramas de corrupción en relación con las eólicas y las antiguas cajas de ahorro. La oposición se queja de la lentitud. ¿Eso no empaña la imagen de "luz y taquígrafos" que propugnaban en la anunciada regeneración del partido?

- Si alguien está poniendo luz y taquígrafos tanto en España como en Castilla y León es el Partido Popular. Los mismos dirigentes que critican esa supuesta lentitud en el parlamento castellanoleonés si fuéramos demasiado deprisa nos achacarían que pretendíamos cerrar los casos sin entrar en ellos a fondo. El ritmo es el adecuado. El presidente Herrera ha comparecido ya en dos ocasiones, así como los consejeros de cada área. Daremos las máximas facilidades a la comisión.

- ¿Confía en la estabilidad del pacto con Ciudadanos en la Comunidad Autónoma?

- Sí. Los pactos entre PP y Ciudadanos tanto a nivel nacional como regional están siendo muy positivos. Y lo mismo ocurre en los ayuntamientos en que se ha producido el acuerdo local.

- Decía al principio de la entrevista que la bicefalia en el PP era transitoria, ¿se ve ya en la candidatura a la presidencia autonómica?

- Ese momento depende de la dirección nacional del partido, aunque diríamos que es el camino lógico cuando alguien logra el apoyo mayoritario en unas primarias y posteriormente en el Congreso. Para mí la política es la vocación de servicio, una vocación personal que aprendí de mis padres desde que era pequeño. Los resultados de mi gestión ahí están, y ese es un aval que puedo aportar. Dicho esto, es al partido al que corresponderá la designación dentro de un año.

- ¿Confía en recuperar la mayoría absoluta en 2019?

- El PP es el partido del cambio moderado, el más preparado para los nuevos desafíos tanto por la experiencia como por las personas que forman parte de él. Mi obligación es que el PP de Castilla y León, el PP de Zamora, presenten a las elecciones a los mejores candidatos y a los mejores programas.

- ¿Apuesta por recuperar las tres grandes alcaldías de la provincia?

- Dos de ellas las ganamos, pero hubo un pacto de perdedores. Habrá que preguntar a la ciudadanía de Zamora si quiere un alcalde que se abstiene cuando se trata de defender la unidad nacional, siendo esta tierra, corazón de la Historia de España y escenario de muchos de sus hechos más trascendentales. Cuando se trata de defender a los emigrantes zamoranos, de toda Castilla y León, que contribuyeron a la grandeza de Cataluña. A mí estas cosas me preocupan y creo que los ciudadanos deberían tenerlo en cuenta la próxima vez que voten en unos comicios municipales y autonómicos y muy probablemente estas situaciones vividas "vacunen" a los electores y los lleve a una reflexión. Y sí, el PP es un partido ganador, saldrá a ganar en todas las calles, en todos los pueblos y especialmente en Zamora, Toro y Benavente.