"El Quintas", Manuel Martínez Quintas, saldrá de prisión el 26 de septiembre, en nueve días, tras cumplir 20 años de cárcel por tres delitos de violación y uno de detención ilegal de una joven zamorana en octubre de 1997, pero no podrá entrar ni residir durante cinco años en las provincias de Zamora, y dos localidades de Valladolid y Alicante, de acuerdo con la sentencia de la Audiencia Provincial que le condenó a 27 años de cárcel en 1999, según ha podido saber La Opinión-El Correo de Zamora. El condenado no podrá aproximarse tampoco a la familia de la víctima, su marido, sus hijos, sus padres y sus hermanos, según ha dispuesto la Audiencia de Zamora que acaba de firmar el auto de liquidación de la pena. El Código Penal de 1995 que se le aplicó permite al delincuente abandonar el centro penitenciario sin que se le pueda obligar a cumplir los siete años que le restan de condena y tampoco se le puede penalizar con otro tipo de medidas que amplíen su estancia en el centro penitenciario.

El Tribunal ha dispuesto, además, un mecanismo para controlar en todo momento a este temido delincuente, para lo que se le colocará un dispositivo telemático (pulsera con GPS) para su localización permanente, conectado con la Policía Nacional al objeto de conocer dónde se encuentra en todo momento durante las 24 horas del día y los 365 días del año, e intervenir si el aparato deja de emitir señal, tal y como solicitó el Ministerio Fiscal. El condenado se opuso a esta decisión judicial, para lo que alegó que los delitos que cometió fueron anteriores a la fecha de entrada en vigor de la norma que contempla este tipo de controles desde junio de 1999.

Los magistrados de la Audiencia de Zamora desestimaron esa alegación, de modo que "El Quintas" saldrá de prisión con la pulsera colocada en una de sus extremidades (en uno de los tobillos) "para detectar de forma inmediata el incumplimiento de la prohibición" de entrar en la provincia de Zamora, según consta en el auto judicial al que ha tenido acceso La Opinión-El Correo de Zamora.

Los magistrados justifican la amplia delimitación geográfica de los lugares que el procesado tiene prohibido pisar para visitar o residir por "la gravedad de los delitos cometidos contra la víctima, la peligrosidad demostrada por el condenado, porque la víctima estuvo sometida a tratamiento postraumático debido a las agresiones sexuales continuadas".

El recluso zamorano, vecino del barrio de Pinilla, había salido de la cárcel el 16 de diciembre de 1996, tras cumplir 13 de los 76 años de prisión por el asesinato de dos jóvenes en la isla de Las Pallas (se benefició de la reforma del Código Penal, que incluyó la redención de pena por el trabajo y la buena conducta), y en apenas diez meses, el 1 de octubre de 1997, cuando estaba en libertad provisional, volvía a delinquir. De nuevo, en el entorno del río Duero, en la zona de Los Pisones, donde observó sin ser visto a una joven de 30 años, residente en su barrio, a la que abordó mientras tomaba el sol con una navaja y una pistola para retenerla durante tres horas y someterla a tres agresiones sexuales.

El 9 de agosto pasado se cumplía "el licenciamiento definitivo del reo con efectos 26 de septiembre y la liquidación de condena" impuesta por la Audiencia Provincial de Zamora el 30 de noviembre de 1999, que se elevó hasta los 27 años de cárcel, de los que "El Quintas" solo ha cumplido 20 años, la máxima pena que permite el Código Penal de 1995, vigente cuando se le juzgó.