Las arcas de la Diputación Provincial darán carpetazo al ejercicio 2017 con un endeudamiento de 3,3 millones y el objetivo de recortar la cifra a cero en el umbral de 2018. Así figura en los saldos enmarcados dentro de las líneas fundamentales del presupuesto del próximo año de la Diputación Provincial, unos planes económicos que serán enviados al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas a través de la oficina virtual para la coordinación financiera con las entidades locales.

La previsión del cuadro económico, que se traducirá en un borrador presupuestario que estará listo antes de que acabe el año, plantea la congelación de impuestos -directos e indirectos- y tasas con variaciones casi imperceptibles con respecto al anterior curso económico.

Las partidas siguen la línea continuista de años anteriores con una excepción, la de las inversiones reales. Si bien en otros ejercicios la consignación económica para inversiones se quedaba corta -pese a ser complementada después con remanentes- en esta ocasión la partida recibe una inyección económica de casi el 25%, siempre según la previsión de gasto de la Diputación que podrá recibir variaciones con respecto a su cuadro económico definitivo. De continuar en la misma tendencia, la Diputación invertirá más de trece millones a lo largo del próximo 2018, una cifra muy por encima de los nueve presupuestados en el documento de este año. En términos globales, la previsión de ingresos para el ejercicio que se avecina es de 62,8 millones mientras que los gastos ascienden a 63,2. Las cifras que conforman las líneas fundamentales del presupuesto fueron aprobadas en sesión plenaria la pasada semana con cierta expectación por parte de los grupos de la oposición, conscientes de que las previsiones no siempre coinciden con el presupuesto real y, por ende, de su ejecución definitiva, de ahí la importancia de la cuenta general. La del pasado año arrojó un remanente de 42 millones de euros, cinco millones más con respecto al anterior 2015.