La Asociación No Estás Sola Zamora (Anesza), constituida en agosto por un grupo de mujeres que han sufrido el maltrato de sus parejas, acaba de echar a andar con el objetivo fundamental de "crear una red de apoyo, constituida por mujeres que han pasado por esa situación, para ayudar a víctimas de violencia de género, para acompañarlas" en el proceso de denuncia y desvinculación de sus maltratadores, explica su presidenta, María Iglesias Delgado, que estuvo protegida con una orden de alejamiento.

El apoyo y el acompañamiento se producirá desde el mismo momento en el que la mujer maltratada acuda a la Asociación, e incluye desde ir con ellas a denunciar en la Comisaría de Zamora o en la Guardia Civil y a los juicios hasta poner en marcha un sistema para asistirlas en el cuidado de sus hijos, para que puedan trabajar si sus salarios no les permiten pagar ese servicio.

La iniciativa, que no cierra el paso a que puedan entrar hombres concienciados para la luchar contra esta lacra social, surgió para aliviar a otras mujeres que están en el proceso o que acaban de denunciar, porque todas las socias han pasado por el difícil paso de denunciar; por el largo proceso hasta que se produce la condena judicial del violento; y por la difícil reinserción social y laboral. "Sabemos lo que es llegar a casa, muchas con nuestros hijos, sin recursos y decir "estoy sola", una soledad que se siente a pesar de tener familia".

El maltratador se ha encargado de aislarlas de familiares y amigos, de cercarlas para que no puedan irse fácilmente, explica la presidenta, una licenciada que ha pasado por este calvario y subraya que "el maltrato se da en todos los estratos sociales, altos y bajos". Este servicio de acompañamiento tiene por objeto que las víctimas puedan acudir a alguien a cualquier hora del día si necesitan ayuda, "es importante poder hablar con alguien que te comprenda aunque sean las tres de la mañana. Es lo que yo llamo la técnica del café, muchas veces te basta con que te escuchen".

El caso de Juana Rivas (la mujer que huyó con sus hijos para no entregárselos a su padre, condenado por maltrato) precipitó la salida a la luz de la Asociación. El apoyo a este caso es absoluto, "Juana somos todas las víctimas de violencia de género, no es un caso aislado, queremos que la sociedad sea consciente de eso", agrega para afirmar que "nos hemos visto totalmente reflejadas en ella: unas obedecemos a los jueces y otras no, pero nuestros hijos están en el mismo riesgo que los suyos cada vez que están con sus padres maltratadores". Esa es otra de las causas que abanderará Anesza, exige "que, como pidió en 2014 el Denfensor del Pueblo, se retire la custodia de los niños a los padres condenados y que se revisen los regímenes de visitas a menores en general con situación familiar de violencia de género. No es una cuestión de venganza, sino de preservar a nuestros hijos", indica la presidenta.

El padre vengativo

La presidenta sostiene que los hombres que ejercen el terrorismo machista "se benefician del sistema judicial para perpetuar el maltrato a sus parejas a través de los hijos, lo que se denomina "el síndrome del padre vengativo". Que los jueces lo apliquen en lugar del de alienación parental, que está demostrado que no existe, que quien acuñó el término era un pedófilo", declara tajante. Y repite lo que ha sido el lema de las manifestaciones celebradas el sábado en todo el país en apoyo a Juana Rivas: "un maltratador no puede ser un buen padre porque no sufre una enfermedad que se pueda curar con pastillas. No tienen empatía ni sentido de culpa, su único interés es el control y la dominación". La representante de este colectivo de mujeres añade que los maltratadores no quieren realmente la custodia de sus hijos, sino "la de las madres, el control de la víctima".

La Asociación está abierta a todas las personas que quieran colaborar, "no descartamos a los hombres porque lo normal es que no sean maltratadores, que tengan un comportamiento no violento hacia las mujeres".

Estas zamoranas comprometidas con la causa reivindican "que se catalogue como terrorismo machista, porque cada fin de semana nos matan mujeres, es un problema social" y trabajarán para que los hombres reaccionen "porque no son todos, tienen que implicarse", sostiene Iglesias Delgado, que recuerda que la violencia de género "existe en todos los estratos sociales, altos y bajos".