El déficit de plantilla y la demanda de subidas retributivas han aflorado un conflicto en el colectivo de examinadores del carné de conducir que tiene mucho mayor calado, como demuestra el estudio realizado por el profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, Andrés Luis Romera Zarza, experto en movilidad y seguridad vial. Desequilibrio geográfico, desproporción en las horas de trabajo, diferencias en el porcentaje de aprobados entre unas provincias y otras, o una plantilla "claramente insuficiente" son algunos de los "males" que revela el trabajo llevado a cabo entre el año 2014 (último año del que se tienen datos en la fecha de realización del estudio) y 2017.

De acuerdo con la investigación de Andrés Luis Romera Zarza, la Dirección General de Tráfico necesitaría incorporar a su plantilla hasta 213 examinadores para la obtención del carné de conducir, en toda España, para alcanzar la cifra de 943 profesionales que garantizarían la prestación del servicio en condiciones óptimas. La valoración tiene en cuenta los datos de la DGT (Dirección General de Tráfico), que sitúa la plantilla actual en 730 examinadores (66 de ellos coordinadores), lejos del número que maneja la CNAE (Confederación Nacional de Autoescuelas) que reduce el personal a 619, en cuyo caso sería necesario un aumento de 324 profesionales.

Son datos del informe técnico sobre el personal examinador elaborado por este profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Civil de la UPM y autor de diversos trabajos sobre movilidad y seguridad vial, que le han valido, entre otros méritos, la concesión de la Medalla de Honor de la Carretera o la Cruz de la Orden del Mérito Civil. Una investigación planteada con el objetivo de determinar "el número necesario de examinadores en el España que posibiliten un servicio adecuado para la obtención de la autorización de conducción de vehículos a motor sin demora temporal".

Sostiene Andrés Luis Romero Zarza que con los trabajadores reconocidos por la DGT, únicamente en 3 comunidades autónomas y 14 provincias, "no sería necesario ampliar la plantilla de examinadores existente". Pero en el caso de tener en cuenta la plantilla actual de examinadores indicada por CNAE, el cumplimiento se limita a 1 comunidad autónoma y 11 provincias, donde la plantilla de examinadores sí se ajusta a las necesidades. El resto del territorio tiene un déficit que impide cumplir el cupo de exámenes del carné de conducir en condiciones óptimas.

La investigación en la que el profesor Romera Zarza ha trabajado durante un año profundiza en un problema "que va más allá de las reivindicaciones económicas, como está trascendiendo en los medios de comunicación".

De entrada, el colectivo "ha pasado de tener casi mil profesionales a principios de esta década, a contar en la actualidad 730, según datos suministrados por la DGT". ¿Por qué semejante descenso? "La plantilla no tiene excedente para cubrir bajas ni jubilaciones, no hay una renovación". Pero además existen distorsiones, analizadas por este técnico afincado en Morales del Vino, como las diferencias existentes entre las provincias en el número de horas trabajadas por estos profesionales, "que llegan a superar el mes en algunos casos y puede provocar que la plantilla teórica de examinadores sea insuficiente en algunas fases del año". Romera Zarza defiende la "unificación" del número de horas anuales de trabajo por examinador en todas las provincias.

Si la media de horas a nivel nacional es de "1.568, hay quien trabaja 1.481, aproximadamente 180 horas menos, que si las divides entre 7,5 diarias te salen 24 días menos de trabajo entre unos examinadores y otros; y hay personal que trabaja 1.666, muchas más). Esto no es normal y no digamos cuando llegan las vacaciones. Es un colectivo anárquico, cada jefatura provincial actúa según su criterio y la DGT no pone orden, lo cual no es normal porque hablamos de funcionarios del mismo cuerpo".

Otro desequilibrio parte de la diferencia de aptos entre la prueba teórica "que lo saca una proporción mucho mayor de los que luego aprueban la prueba práctica, con lo cual se genera un remanente de personas que se quedan en la cola esperando hasta que les toque examinarse de nuevo; es un problema muy gordo".

Además, los horarios están "muy aquilatados" porque "cada examinador tiene que estar con la persona que se examina de la prueba práctica de circulación en turismo 35 minutos, incluyendo el tiempo desde que el examinado se monta en el coche, realiza la conducción, responde a una serie de preguntas sobre mecánica y se le entregan los resultados. Si tienen que examinar a 13 personas y trabajan siete horas y media, más la media hora para descanso, les están dejando una jornada más corta de lo normal".

El desfase se agrava en la época estival, cuando mucha gente (sobre todo los jóvenes) aprovecha para sacarse el carné y sin embargo "desde el 15 de junio al 15 de septiembre los examinadores trabajan seis horas y media diarias, una hora menos, y en vez de llevar a cabo 13 exámenes realizan 11".

Tampoco son uniformes los porcentajes de aprobados en el conjunto nacional. De acuerdo con el estudio en cuestión, con datos de 2014 (los últimos datos oficiales utilizados en el estudio), "la media de aprobados en España es del 48,7% -Zamora está en el 47%-, pero hay provincias que alcanzan el 66% y otras que no llegan a esa media, estando la mínima en el 36%". Un desfase que, a juicio de Romera Zarza, viene dado "porque no hay una uniformidad marcada por la DGT. Hay subjetividad, personas que se creen muy duras o ecuánimes; o puede ser que el resultado depende de con quién te toque, la provincia donde se realice el examen o las consignas que se den. Esto produce otro desequilibrio, porque hay gente que tienen la autoescuela en un sitio pero a los alumnos los lleva a examinar a otro". Un ejemplo claro se da en Granada, "con muy buenos resultados de aprobados, mientras que los de alrededor, como Málaga o Almería son mucho más bajos, entonces se crea un tapón que aumenta el verano con la punta de jóvenes de estas provincias que se examinan en Granada".

Para este experto "es necesario que se den unas instrucciones de homogeneización y que exista una vara de medir igual porque no puede haber 20 puntos de diferencia de aprobados entre unas provincias y otras". Otra de las soluciones pasaría por establecer la movilidad geográfica, "como mínimo en el ámbito comunitario, con un coordinador autonómico con capacidad para controlar los desequilibrios, y si se prevé que pueden sobrar por ejemplo examinadores en Valladolid, puedan venir a Zamora si hay un apuro". O en el caso de bajas y jubilaciones, "no puede ser que haya que esperar a la aprobación de unos presupuestos para que se convoquen plazas porque si no se cubren se está larvando el problema. Problema que se está produciendo en estos días entre el colectivo de examinadores, con la huelga que están siguiendo, y la DGT, pero que afecta a todos los ciudadanos de este país, que quieren obtener su carné de conducción, y a las autoescuelas donde se preparan, y que son las verdaderas víctimas" sentencia Romera Zarza.