Ghassan Majali es el embajador de Jordania en España. El pasado miércoles visitó Zamora, invitado por el senador Dionisio García Carnero, para establecer relaciones con los empresarios de Zamora de cara a un futuro comercial común. Durante su visita, Majali destacó la calidad de los productos de Zamora y la "gran belleza" de una ciudad con "un gran potencial turístico".

-¿Cuál es el objetivo de su visita a Zamora?

-Quería conocer los diferentes ámbitos en los que podemos colaborar, desde el intercambio educativo hasta las áreas empresarial y turística.

-¿Qué sensación se lleva después de su encuentro con los empresarios de la provincia?

-Queremos explorar todas las vías para ver las oportunidades de exportar los productos de Zamora a Jordania. Los productos españoles gustan mucho en mi país y los consumidores los conocen bien. La Marca Zamora que me han mostrado los empresarios tiene una gran calidad y sus productos son interesantes.

-Dentro del ámbito turístico, ¿qué relaciones se podrían establecer? ¿Hablamos de un turismo idiomático o la idea es otra?

-Más que idiomático creo que debe ser un turismo educativo que favorezca el intercambio de culturas. Creemos que es muy importante hacer esto. Hemos propuesto elaborar unos paquetes para que los turistas jordanos que vengan a Madrid puedan viajar a Zamora y conocer también los pueblos de la provincia. Creemos que esta puede ser una manera interesante de traer gente, porque lo que hemos visto nos ha parecido muy interesante. Los turistas necesitan facilidades, darles todas las ventajas para que viajen de una manera cómoda.

-Seguro que también intentan posicionar Jordania como destino turístico para los viajeros españoles y zamoranos.

-Obviamente lo más interesante es que haya un intercambio en este sentido, que debe contar con colaboración por ambas partes. Queremos que los españoles conozcan lo que tenemos allí. A los viajeros españoles les encanta Jordania. El Mar Muerto, que es único en el mundo. Petra, con toda su arqueología. Además contamos con una amplia oferta de turismo de sol y playa y con zonas históricas de las épocas romana y bizantina. El turismo religioso también es importante para nosotros.

-¿Les ha afectado, en el plano turístico, la situación tan inestable de los países de su entorno?

-Sí. Hubo una época en la que la cifra de visitantes bajó un poco. Pero la gente ha visto que Jordania no tiene problemas y que es un país estable, y recibimos a muchos turistas cada año.

-Como sabe, España ha sufrido el problema del terrorismo en primera persona hace escasas fechas. ¿Cuál es la situación en Jordania, tan cerca de países en guerra?

-Lo primero que tengo que decir es que Jordania es un país seguro, aunque es evidente que compartimos frontera con países en conflicto con la inestabilidad que ello conlleva para la zona. Las experiencias de países como Siria e Irak nos ha servido para aprender a proteger nuestro país de estas situaciones, nos hacen pensar que nosotros no queremos caer en lo mismo. Rechazamos las ideas extremistas que nos llevan a los conflictos y a la guerra. Creo que, antes de que actúen los gobiernos o la policía, es importante que la población esté concienciada realmente con el problema. En Jordania la población está sensibilizada intentando salvar lo que hemos conseguido.

-¿Cómo se analizan los movimientos extremistas dentro del mundo árabe?

-El mensaje del rey Abdalá II es claro. Los terroristas están secuestrando el Islam, lo están destruyendo a su manera. Los primeros en luchar contra esta gente debemos ser los propios musulmanes, que no estamos de acuerdo con lo que hacen. No actúan en nuestro nombre. Han secuestrado el Islam para obedecer a sus intereses. Son personas que están fuera de la ley, fuera del sistema, fuera de nuestra religión y fuera de cualquier humanidad.

-¿Qué tipo de acciones lleva a cabo Jordania para contribuir a la paz en los países de su entorno?

-Cuando comenzó la guerra de Siria fuimos claros. No se puede entrar con las tropas a un país para intentar resolver problemas de este tipo, hay que llegar a un acuerdo pacífico. Jordania, junto con Rusia y Estados Unidos, ha hecho un gran esfuerzo para que el sur de Siria esté libre de terrorismo. Hemos creado un observatorio que vigila que haya un alto el fuego y creemos que pronto se hará en el resto del país.

-Dentro de su entorno, ¿se sienten un poco solos a la hora de abordar esta lucha?

-Es una situación difícil, no podemos negarlo, pero no podemos cambiar ni nuestra situación en el mundo ni nuestros vecinos. Tenemos que aprender a vivir con ello y hacer las cosas lo mejor que sepamos para estabilizar la situación. Jordania intenta ser eje de las conversaciones de paz entre los países de la zona. Además, llama la atención que, desde que empezó la guerra en Siria, Jordania ha recibido a más refugiados que toda Europa junta. Esto es gracias a los ciudadanos jordanos, que junto con el Gobierno han soportado una situación difícil. Queríamos ayudar como fuera, por humanidad, a toda la gente que huye de la guerra, a pesar de que la situación puede provocar problemas. Hay más gente para nuestros servicios médicos, sociales y educativos. Las escuelas tienen dos turnos para atender a los refugiados, y aún así hay 70.000 niños que aún hoy no pueden ir a la escuela. Hemos atravesado una dura prueba, pero hemos podido ayudar jugando un papel humanitario ante una avalancha de gente que necesitaba ayuda.

-¿Cree que Europa debería hacer más en el asunto de los refugiados?

-En este sentido, el Gobierno de Jordania cree que Europa debe ayudar a los refugiados, pero debe hacerlo cerca de su país de origen y no tanto en territorio europeo. Se deben aumentar los esfuerzos en Jordania, en Líbano o en Turquía, por ejemplo. Si los refugiados reciben ayuda en estas zonas podrán regresar a su país, con sus familias, una vez acabe la guerra, que es lo que todos queremos, que puedan vivir en paz. Necesitan ayuda allí mismo, donde están. Dicho esto, Jordania y Europa han establecido canales de coordinación que están dando sus frutos y confío en que así siga.