"Afortunadamente, estamos todos bien", tranquiliza Antonio Renilla, zamorano residente desde hace décadas en Houston, por lo que ha tenido que vivir en primera persona las consecuencias del huracán Harvey. "Afectó mucho a la zona de Texas, donde tocó tierra, y a los barrios de Houston que están cerca de las vías de agua. Los daños en estas zonas han sido enormes", asegura el zamorano, quien estuvo más a salvo en su residencia, ubicada en The Woodlands, a cincuenta kilómetros al norte de Houston y 140 kilómetros de la costa. "Aquí el impacto fue menor", reconoce.

Aun así, subraya categórico, "en mi vida nunca había visto llover con esa intensidad y por tanto tiempo", lo que provocó que las carreteras al lado de las vías de agua "estuvieran cortadas, así que lo mejor era estar en casa donde, por suerte, no faltó la luz ni el agua", afirmó.

La familia de Renilla regenta un club ecuestre, Woodlands Equestrian Club, donde desde hace años se puede aprender desde doma clásica hasta salto, convirtiéndose en un referente para los amantes de los caballos residentes en Houston.

Desde el pasado viernes al mediodía y hasta el martes por la tarde la familia de Renilla tuvo que soportar "una lluvia constante y muy intensa, en especial el sábado y el domingo", rememora. "En nuestro centro ecuestre los establos se mantuvieron secos y el agua inundó solo los prados de las partes más bajas", añade.

Respecto a los caballos que cuidan y entrenan en el centro, pudieron comenzar a salir con ellos a inicios de semana. "El lunes y el martes empezamos a caminar con ellos por la pista cubierta para evitar cólicos e inflamaciones en las patas y el miércoles ya trabajamos de manera normal", resume Renilla.

Las agencia de noticias ya cifran en 46 las víctimas mortales por este huracán, un número que todavía podría aumentar, puesto que aún se está en plenas labores de rescate. El gobernador de Texas ya ha asegurado que la reconstrucción total de la zona afectada "será un proyecto que llevará varios años". Por su parte, el alcalde de Houston, la ciudad más afectada por las inundaciones, relató que este lugar "está comenzando a entrar en fase de recuperación" aunque "todavía hay que hacer muchos rescates en la región".

En este sentido, explicó que "muchos de los esfuerzos de rescate se llevan a cabo en el área metropolitanas grande de la ciudad, con los equipo yendo puerta por puerta para asegurarse de que nadie está atrapado dentro de su casa".

"Situaciones parecidas no son extrañas en esta zona. Ahora empieza la época de los huracanes y con más o menos frecuencia e intensidad, siempre alguno nos visita", vaticina el zamorano. Una previsión que puede que se haga realidad pronto, ya que tras Harvey, el nuevo huracán Irma parece que se ha intensificado y continúa su ruta por el Caribe, según ha informado el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Desde la agencia Europa Press se señala, además, que el fenómeno sigue a cientos de miles de kilómetros de tierra firme, pero es probable que toque Puerto Rico, República Dominicana y Haití a mediados de la semana próxima, aunque no se descarta de que Irma también pueda aproximarse a Florida.

"La llegada de estos huracanes se conoce con anticipación y también se saben las zonas más vulnerables. Después, cada persona reacciona de forma diferente", reconoce el zamorano Antonio Ranilla para finalizar.