El joven que abordó y agredió de forma sorpresiva a un peatón en la plaza de Sagasta sin mediar palabra deberá indemnizar a la víctima con 3.892 euros por el delito de lesiones cometido y los daños sufridos, los gatos de la asistencia del Sacyl, al margen de la cuantía correspondiente a las costas de la acusación.

El imputado admitió ante la magistrada del Juzgado de lo Penal haber pegado una patada a un hombre cuando paseaba por la calle de Santa Clara y volver a agredirle en la plaza de Sagasta, donde le propinó "puñetazos y patadas", y llegó a romperle las gafas. La víctima sufrió policontusiones, además del "arrancamiento cortical" de una de las falanges de un dedo de la mano izquierda, de las que tardó en curar 45 días y le que quedado dolor en el dedo como secuela, según recoge la sentencia, tras el acuerdo alcanzado con el Ministerio Fiscal y por el abogado del acusado, Adrián Domingo Rodríguez, y la letrada de la defensa, Verónica Alejandra del Río.

El procesado reconoció que cuando caminaba por la calle de Santa Clara, a las 23.10 horas del 20 de junio de 2016, lanzó una patada a un hombre que caminaba solo en dirección a la Plaza Mayor, al que no conocía de nada. Tampoco cruzó palabra alguna con el agredido, que se vio sorprendido por el varón de 20 años de edad, quien iba acompañado de una joven.

Los hechos recogidos en la denuncia indican que el hombre, al recibir la patada de quien parecía tener conocimientos de artes marciales, según los testigos, le recriminó la actitud a su agresor, quien contestó "¡a que te doy dos hostias! ¡Te reviento!", ante lo que el hombre, de unos 50 años optó por proseguir su camino hacia la Plaza Sagasta.

La joven que iba con el imputado también le afeó su actitud violenta, lo que motivó una breve discusión que solo cesó cuando ella decidió marcharse. En ese momento, el joven volvió a emprenderla con el hombre, de forma aún más virulenta, al que alcanzó en la plaza de Sagasta, según los testimonios de diversos viandantes, asombrados por la escena que presenciaban.

El joven se deshizo de su camiseta antes de irse a por su víctima con el único objetivo de volver a pegarle, con saña, apunta una de las personas presentes en la céntrica calle. El acusado dejó de golpear al hombre cuando percibió que los testigos habían llamado a la Policía Nacional.

Para entonces, le había dado "patadas y puñetazos en la cara, en el estómago, donde pillaba. El hombre esquivaba algún golpe, pero se llevó otros. Llevaba la cara morada", describía un testigo, impactado por la conducta del joven, totalmente fuera de sí sin ningún motivo.

Los agentes llegados a Sagasta pudieron dar alcance al joven en Santa Clara al joven y le identificaron. El imputado no abandonó su actitud violenta al ser abordado por los policías en la forma de expresarse y dirigirse a ellos cuando le solicitaron la documentación.