Azahara Ramos

Contenedores, solares, alcantarillas y aparcamientos. Son solo algunos de los lugares donde aflora la suciedad en el barrio zamorano de La Horta. Sus vecinos reclaman a las instituciones públicas un incremento de las labores de aseo y mantenimiento de este enclave.

Una de las reivindicaciones de los habitantes de la zona atiende a una mayor disposición de profesionales de la limpieza, y un incremento de la atención ante problemas subyacentes, "que saquen a la gente del paro para trabajar en el cuidado del barrio y mejorar su situación, que se agrava con hechos como la reciente lluvia intensa, que atascó todas las calles", reclamaba la vecina Mari Luz Faoes. Los pobladores del barrio piden al Ayuntamiento una mayor labor de cuidado del mismo y un aseo más eficaz, "tiene que dejar los temas políticos y dedicarse a dar soluciones prácticas a los asuntos principales de la ciudad", según el zamorano Luis Bernardo Merchán. Otra persona comparaba las labores de limpieza de los profesionales zamoranos con las de otras ciudades, "no se limpia lo suficiente como para quitar toda la porquería, es necesario incrementar estos trabajos".

La situación de suciedad se palpa en los contenedores, a cuyos alrededores el suelo oscurece su color por la presencia de fluidos que dejan malos olores. Las condiciones de los disponedores de basura son lo más criticado por la población, por tratarse de lo más visible ante los viandantes. También es notable el descuido de las zonas de aparcamiento de coches, donde prolifera el desaseo y las manchas ennegrecen el espacio.

La mayoría de calles y plazas del barrio se ven afectadas por la problemática, "solo hay que ir a la plaza de Zumacal, allí en verano no se puede vivir, no se pueden abrir las puertas ni los balcones", señaló una habitante. Algunos puntos del lugar tienen casas que llevan vacías muchos años, la mayoría en mal estado, donde la suciedad también es patente.

Las circunstancias, calificadas como "penosas" por parte de una vecina encuestada, han llevado a la aparición de animales como ratas, vistas en ocasiones muy próximas a las casas habitadas de las personas del barrio, "al fin y al cabo la presencia de estos animales no aumenta porque también hay gatos callejeros, lo que tienen que hacer es limpiar la zona", recalcaba Bernardo Fernández. Otros comentaban la dejadez y el abandono del enclave en general, aunque destacaban el trabajo de la Asociación de Vecinos, "hacen lo que pueden pero nadie les escucha, y al final es la administración la que tiene que actuar. Cada vez está peor, hay ratas en las alcantarillas, palomas y solares abandonados a lo largo y ancho de todo el barrio echados a perder. Deben obligar a los dueños a limpiarlos y hacer algo las instituciones", apuntaba el reivindicativo Jesús Domínguez.

Menos críticos con la situación, para otros vecinos el problema pasa desapercibido, quizá por su poca presencia en el barrio debido a su trabajo fuera de este. Así, la vecina Sara Fonseca destacaba "la tranquilidad que se respira, algo que me gusta. No veo grandes problemas a pesar de los comentarios que he recibido sobre las circunstancias. En general, no puedo decir mucho más acerca de la limpieza porque no paro mucho en casa debido al trabajo".