Sanidad tomó el pasado año en Zamora 398 muestras dentro del programa de investigación de residuos de origen animal, que tiene como finalidad garantizar que este tipo de productos que se ponen en el mercado destinados al consumo humano no contengan residuos de medicamentos veterinarios o contaminantes medioambientales por encima de los límites legales, así como sustancias prohibidas. Es solo uno de los datos que aparecen en la publicación sobre los resultados del control oficial de productos alimenticios correspondiente al pasado año y recientemente publicado por la Junta.

En Castilla y León hay 47.394 establecimientos de productos alimenticios, de ellos 3.831 fabricantes y el grueso, 38.299, minoristas. El sector de las comidas preparadas y cocinas centrales (restaurantes, bares, colegios o residencias) es el mayoritario, con 23.720 establecimientos. Le siguen los de carne y derivados, con suman 4.256 y los de cereales y derivados, 2.668.

Sanidad desarrolla unas labores de control oficial, con el objetivo de vigilar las instalaciones, equipos, materiales y productos. Las visitas de control se centraron sobre todo, casi la mitad del total, en la prestación de servicios (bares, restaurantes o comedores escolares o de residencias). Del resto son los establecimientos minoristas los que reciben la mayor parte de las visitas de los inspectores (27% del total). La otra cuarta parte se la distribuyen las industrias elaboradoras y envasadoras, sobre todo de productos cárnicos y alimenticios y en menor medida lácteos y productos de la pesca. Almacenes y distribuidores reciben un 5% de las visitas de control. Además se realizan programas de muestreo de alimentos, entre otros.