La escritora Maeve Ratón tiene un nuevo poemario titulado "Memoria de la carne".

-¿Cómo nace este nuevo poemario?

-Como todos los libros, de la necesidad de escribir. El pasado verano estuve leyendo a varios poetas mexicanos y a Charles Simic. Cuando leo me apetece escribir y estos poemas comenzaron a surgir. Cuando empiezo un poema realmente no sé de qué voy a escribir, pero cuando ya estoy por la mitad él mismo te indica su temática. Lo mismo me sucede con los libros.

-La lectura de estos poetas ¿le ha influido en las temáticas presentes en esta obra?

-Sí porque ellos recuperaban recuerdos de la infancia, una temática que nunca había abordado. Yo trataba el presente, no sé si de manera consciente o inconsciente. En este nuevo poemario sí he querido plantear los recuerdos de la infancia. Cogía un ápice de lo que tenía en mi cabeza y luego empleaba el surrealismo. Cada poema ha salido de un 1% de los recuerdos de mi infancia. He tirado de días concretos, de anécdotas de mi niñez o de aquello que me han contado mis padres. A partir de la base del recuerdo han surgido poemas cargados de fantasía.

-¿Tiene más carga de imaginación este libro que poemarios anteriores?

-Sí, absolutamente. Tiene una carga muy importante de fantasía en verso libre. Además, es el libro con el que más he disfrutado mientras lo escribía.

-Por lo que dice ¿es la obra más personal?

-Sí, aunque es verdad que los cuatro lo son pero este último al tener tanta carga de surrealismo, es una mezcla de la imaginación con los recuerdos de antaño. También hablo de la muerte siendo aliada de los recuerdos, como el poema más allegado a título al libro. Es un libro dividido en cinco partes, érase, la carne, fuérase y fin así como una última parte que es el movimiento, que habla más del presente y del futuro. Además, ha salido una poesía muy sencilla.

-Por lo tanto rompe con su poética hasta ahora. ¿Por qué lo ha hecho?

-Para demostrar que la poesía se puede hacer desde la sencillez. Ha sido un reto para llegar a más gente desde el disfrute propio. La poesía tiene que ser de todos, aunque jamás llegará a todos.

-¿Seguirá en esta línea de un lenguaje sencillo?

-No lo sé, aunque no descarto volveré a ella. Ahora estoy escribiendo un libro que tiene una mayor carga estética, en el que estoy utilizando estrofas concretas. Además estoy barajando presentarme a algún concurso en los próximos meses, por lo que tengo que preparar un trabajo más minucioso con una estética muy cuida. No tengo prisa por sacar un nuevo poemario pues en dos años he sacado dos. Además no descarto intentar buscar editorial en México, donde tiene mucha aceptación la poesía.

-Con "Memoria de la carne" ha llegado a más público. ¿El poeta tiene que intentar acercar a los lectores al género, no solo a su creación personal?

-Yo en este caso lo he hecho, pero no sé si es lo que debe de hacer un poeta. A veces la poesía llega por ser verdadera. Yo me planteé el reto de hacer una poesía sencilla, que no mala. Para mí es el mejor poemario que he escrito y el sentimiento puro está en el verso libre.

-¿Qué vida va a tener el libro?

-A lo largo del otoño e invierno realizaré más presentaciones. En 22 de septiembre lo haré en Vitoria y también lo presentaré en Madrid antes de noviembre.

-¿Se siente ya poeta?

-Sí, (risas) aunque creo que ese sentimiento ya lo tuve desde el primer libro. No sé si soy buena o mala, eso lo tiene que decidir el lector.

-Usted también tiene una novela subida únicamente a la red porque ninguna editorial se animó a publicarla.

-Aceptaron la publicación dos, pero a cambio de dinero. Me negué a aportar euros por cuestión de moral. No voy a pagar por publicar absolutamente nada.

-¿Por qué?

-No estoy de acuerdo con la autoedición. En la actualidad existen muchas editoriales y si mandas el trabajo a 50 firmas, por poner un ejemplo, y ninguna se interesa, por algo será. No la apoyo porque se publican cosas que no deberían de ver la luz. A través de las redes sociales la gente cuelga escritos que no tienen calidad y de repente tiene 60 me gustas dados por sus amigos. Las redes sociales están provocando un engaño en el ámbito literario. No obstante, muchos de esos textos están llegando a los jóvenes y quizá eso haga que algunos acaben por coger un libro, lo cual no es malo.