Víctor Antón actúa esta noche a partir de las 22.30 horas en el Festival Viriato Jazz con su formación de cuarteto. Con esta actuación concluyen los conciertos de jazz en una de las plazas más emblemáticas de la ciudad.

-El marco de la plaza de Viriato tendrá lugar hoy el concierto de Víctor Antón Quartet que pone fin al festival de jazz de este verano.

-Es un placer tocar en Zamora y ser el cierre del festival. Ya actué hace años con Jazzería, un grupo extinto que hacíamos las jazz session del Ávalon. Estoy contento por poder tocar para mis amigos y en mi ciudad y además en esta plaza tan bonita donde esperemos que nos respete el viento. Viriato es una plaza ideal porque no es excesivamente grande y sientes al público muy cercano.

-¿Qué podrá escuchar el público que se anime a acudir?

-Vamos a ofrecer un repertorio variado, integrado por temas míos y standards, temas del cancionero americano más jazzero, algunos temas más antiguos y también algunos más modernos, de los años 80. Creo que es interesante combinar la música original con música que la gente puede conocer o sentirla un poco más cercana. Además de las piezas mías tocaremos tres temas de "Motion", mi último disco que presenté en el Teatro Principal y en un concierto en el Ávalon Café. Me acompañarán Juan Sebastián Vázquez, al piano, Chuchi García, en el contrabajo, así como Juanma Barroso, en la batería.

-En esta edición el festival ha contado con tres conciertos los viernes del mes de agosto. ¿Qué echa en falta?

-Creo que está bien el planteamiento, podría ampliarse a alguna fechas más y podría plantearse para nuevas ediciones organizar jam sessions en alguna de las salas de la ciudad, donde se programa música de manera habitual para crear más ambiente más de festival.

-Usted además de tener su grupo de jazz forma parte de Insomnio, una banda con una larga trayectoria. ¿Cuál es el secreto para que la formación lleve tantos años de vida?

-Formo parte desde hace 15 años y algunos de mis compañeros desde hace 17 años. Somos ante todo muy amigos y nos unimos a tocar en verano porque nos apasiona la música, que nos da la oportunidad de disfrutar al máximo. A veces resulta complicado compaginar mis compromiso con las formaciones de jazz con Insomnio, de hecho el sábado tengo tres conciertos. Simplemente hay que organizarse bien y preparar todo bien antes.

-También es profesor de música. ¿Qué le aporta la docencia?

-Yo trabajo en una academia y además colaboro en varias escuelas de música y con la Universidad de Valladolid y también doy clases particulares. La docencia me aporta un montón de cosas. Hago mía la frase de que no hay mejor manera de aprender una cosa que enseñarla. Me gusta mucho enseñar. Mis alumnos son desde niños principiantes a alumnos más aventajados e incluso adultos que empiezan. También doy clases de combo.

-¿Quién se interesa por aprender jazz?

-La verdad que poca gente pero a mis alumnos les voy introduciendo en él porque muchas veces los chicos que comienzan a tocar la guitarra les gusta más el rock, lo que está muy bien porque hay que tocar muchos estilos. Poco a poco he logrado meterles el gusanillo.

-Y ¿cómo comenzó su relación su relación con el jazz?

-En mi casa siempre ha habido un ambiente musical. Mis padres escuchan mucha música y recuerdo ir con mi padre a los conciertos de jazz de Caja España, a los que venían grandes figuras. Empecé a tocar rock pero luego comencé a tomar clases y a escuchar muchos de discos de los que había en casa. Escuché y escucho mucha música porque hay que familiarizarse con distintos estilos. Tras estudiar piano en el Conservatorio en el jazz y la música moderna encontré otra manera forma de expresarme. La música de jazz tiene un componente de libertad y de improvisación. Además, te brinda la oportunidad de juntarte con otros músicos a crear cosas, algo muy importante.

-Todavía es poco frecuente que en los conservatorios se profundice en el jazz.

-Los conservatorios se tienen que abrir al jazz y a la música moderna. En la educación musical pública debe apostar más por el jazz que es la música clásica del siglo XXI. Se trata de una música muy completa con una gran producción discográfica con profesionales increíbles que proceden de la clásica y que han aportado mucho. Por el momento únicamente se imparte en asignaturas optativas en algunos conservatorios de manera testimonial. Además hay algunas escuelas de música municipales que están empezando a abrir Grados Medios. En mi opinión es indispensable que en Castilla y León haya un grado medio de jazz para los músicos que quieran acceder al Grado Superior en otros lugares. Tenemos que darle un valor al jazz y la música moderna. Además cada vez hay más festivales y más músicos.