No hay estampa de la ciudad que no tenga al río y su viejo Puente de Piedra como figura protagonista. Su desgaste por el paso de los años, por las riadas acumuladas y por el continuo trasiego de vehículos por su esqueleto central durante años ha convertido la infraestructura patrimonial en un achacoso y vetusto monumento que urge rehabilitar. El Ayuntamiento es consciente de ello y por eso, una vez más, recurre a Fomento para superar el principal escollo: el económico. La voluntad política, los argumentos y, sobre todo, el documento que lo ampara -el Plan Director- están de antemano.

La barandilla se desplaza

Aunque el Ayuntamiento ya dispone en la actualidad de una partida de 250.000 euros en el presupuesto para actuaciones de mejora en el Puente de Piedra, el expediente remitido al Ministerio de Fomento incluye un plan mucho más ambicioso por 3,4 millones pese a no incluir el 100% del contenido del Plan Director. Entre las acciones figura "la reconstrucción de todo el tablero con un adoquinado de piedra o granito, ya que el pavimento está muy deteriorado", reconoce el alcalde, Francisco Guarido. Lo mismo ocurrirá con el desplazamiento de la barandilla existente -una incorporación posterior- para la construcción de un petril de muro de sillería a lo largo del puente con sillares de piedra. Ambos elementos -pavimento y petril- serán recuperados "con o sin ayuda estatal puesto que de no obtener fondos llevaremos a cabo la obra en solitario a través del Plan de Empleo", garantiza Guarido. Las obras incluidas con cargo al 1,5% cultural plantean la consolidación de los basamentos con la reconstrucción de las soleras sobre las que se asientan las pilas extrayendo hasta las raíces más profundas con la recolocación de todas las losas y la inyección de morteros hidráulicos de fraguado rápido. También están previstas la reconstrucción de los tajamares que forman la base tras los impactos sufridos por la vegetación así como la consolidación de las cimentaciones a base de morteros de cal y piedra arenisca de Zamora.