Azahara Ramos

Con numerosos premios a sus espaldas, Camilo Vázquez, artista fundamental en la historia de la magia española, actúa esta noche en el Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales, a las 22.30 horas, dentro del VI Ciclo Nacional de Magia de Cerca celebrado en la capital.

-El certamen celebrado en Zamora se basa en la magia de cerca, ¿qué significado tiene para usted ese concepto?

-Bueno, me parece una idea estupenda y muy interesante, la magia de cerca tiene esa ventaja de la intimidad, de tener al público muy próximo. Quien haya estado otros años ya sabe lo que quiere decir.

-¿Es la primera vez que actúa en la capital?

-Actuar sí. He estado en alguna ocasión, pero no actuando.

-¿Con qué se va a encontrar el público que asista esta noche al espectáculo?

-Yo suelo llamar al espectáculo "el placer de asombrarse", porque hay una cita que hago siempre de dos personajes en un relato, en que uno le dice al otro "después del placer de sorprender no hay ninguno mayor que el de asombrarse". A mí me toca tratar de sorprender, va a ser mi placer, pero el de asombrarse, por parte del público, va a ser mayor todavía.

-Una de las características del espectáculo es la magia a través de elementos cotidianos, ¿qué tipo de objetos utilizará en su actuación?

-Sí, vamos a vivir una escena de casino, una con dados, una timba, y a lo mejor celebramos una boda.

-El Ciclo de Magia de Cerca hace hincapié en el número limitado de asistentes, ¿qué diferencias tiene con otros espectáculos de magia en este aspecto?

-Pues lo que tienen todas las cosas íntimas respecto de las multitudinarias, todo resulta más próximo, el espectador tiene la capacidad de intervenir en lo que está viendo, muchas veces tiene todo al alcance de su mano. Esa proximidad y ese calor se unen al directo, porque la otra manera de transmitir la magia de cerca es con primeros planos, a través de pantallas, televisión, etc.

-Otro punto importante de la celebración es el interés en la asistencia de un público adulto, ¿es todavía un sector de la población ajeno a la magia?

-En este caso estamos hablando de magia para adultos. No es que los niños no lo disfruten, pero el tipo de recepción de la magia por parte de los niños, que es otra faceta interesantísima es distinto, son otros resortes, la magia en realidad ocurre en la cabeza del espectador. Se basa en la perfección y cuanta más experiencia de vida tenga el público, más posibilidades va a tener de disfrutar.

-¿Qué tipo de experiencias puede transmitir a los asistentes al certamen?

-La inmediatez, la posibilidad y el disfrute, emociones de este estilo. Hay gente que entra a veces a encontrar el truco, pero no tiene ninguna importancia, y en cuanto empieza el espectáculo se va a olvidar de ese planteamiento. Eso es como ir a un concierto que hay un solista de violín anunciado y vas a ver si se le rompe una cuerda, si se le rompe mala suerte, si es un profesional saldrá del paso seguro, y a veces incluso el público no se va a enterar.

-A lo largo de su trayectoria, ¿nota que ha cambiado la concepción de la sociedad sobre la magia?

-Sí, yo ya no soy ningún crío y hago magia desde que lo era. He estado en muchas partes del mundo, he conocido a muchos públicos. La diferencia es que por un lado la magia está mucho más extendida, es más accesible, y hay muchísimos magos. En España hay un nivel muy alto de magia de cerca y de escenario. Si comparamos épocas hay mucha más gente que se dedica a esto, y más ocasiones de ver espectáculos, además de escenarios nuevos, como pubs o restaurantes que dan cabida al ilusionismo.

-Y usted mismo como mago, ¿cómo ha evolucionado?

-Sigo evolucionando todos los días, uno no deja de aprender en toda la vida. La evolución para nosotros está en que conocemos más gente, públicos de diferentes sitios y compañeros de todo el mundo. No dejas de incorporar cosas, los repertorios profesionales, al contrario que los de aficionados, siempre son un poco limitados porque el profesional tiene lo que domina y lo que sabe hacer bien, pero el aficionado tiene que cambiar para hacer, a sus amigos o a la familia, siempre cosas nuevas. Aun así el repertorio del profesional con el tiempo va creciendo.

-También ha aparecido en algunos programas de televisión durante estos años, ¿es esto una forma de acercamiento del ilusionismo a todo el mundo?

-Sí, sí lo es, como todas las cosas se puede hacer mal, se puede hacer regular y se puede hacer bien. Yo actué en algunos programas de la serie que hizo Juan Tamariz. Está bien si se hace respetando, digamos lo que debe ser la moral del ilusionismo, es decir, no utilizar las ventajas que da el medio, como trucos de cámara, para hacer trampas que no admitimos. A veces se utilizan. Si se entiende que eso es una especie de broma está bien, pero si se quieren utilizar para explicar el efecto mágico, naturalmente la gente no se lo cree.

-¿Cuáles son sus magos referentes a nivel nacional?

-Yo arranqué en un grupo en el que creamos la Escuela Mágica de Madrid, que no era una escuela de aprendizaje o de enseñanza, como la Escuela de París en pintura, era una manera de ver la magia digna, adulta y madura. Soy fundador de ese movimiento, con Arturo de Ascanio, que ya no está con nosotros pero que fue un mago extraordinario y además creó los conceptos de la magia moderna, respetado en todo el mundo, y junto con él Juan Tamariz, con su carisma y su dedicación a esta profesión, reconocido en todas partes como un número uno por la amplitud de cosas que ha abarcado, sus publicaciones, sus enseñanzas, sus actuaciones, etc. Entre los que han venido después no quiero dar nombres porque me voy a olvidar de muchos y son todos muy excelentes magos y muy queridos.

-¿Cómo ve el mundo del ilusionismo en la actualidad?

-Lo veo muy bien, aunque tiene sus peligros, como el de la tecnología que pueda reemplazar a la magia y otras dificultades, entre tantas cosas de hoy día que hace años eran imposibles. Allá por el siglo XVIII había espectáculos en los que de pronto se encendían las velas solas, entonces era una maravilla, hoy en día aunque se hiciese de la misma forma y es una manera muy mágica, a nadie le asombra que sin tocar la luz se encienda, por poner un ejemplo. Pero los clásicos siguen siendo las referencias de la auténtica magia, la gente que tiene la ocasión de verlo de cerca, como va a ser en esta ocasión, nota que está viviendo momentos completamente distintos, no tiene nada que ver con la tecnología y ni siquiera con la búsqueda de explicaciones.

-¿Y el futuro de la magia?

-Supongo que habrá cosas que se irán depurando seguramente y de toda esta masa de magos que somos va a llegar un momento que por un lado van a permanecer unas cuantas referencias, y por otro lado va a surgir gente nueva. Lo veo optimistamente. Los clásicos seguirán siendo referentes. Al igual que en música, por mucho que esta evolucione, las sinfonías de Beethoven van a seguir estando ahí, van a seguir siendo referentes aunque aparezcan cosas nuevas. Por un lado están los clásicos y por otro las innovaciones. Entre ambos hay otra cosa que es lo que se va a borrar, son las modas. Lo que se pone de moda en un momento determinado, normalmente es algo más efímero. Seguirá habiendo clásicos, seguirá habiendo innovación, habrá muchas cosas que se pongan de moda y empezaremos a ver de una manera o de otra, pero las modas van a pasar, se van a olvidar y va a quedar.