La encuesta -no es la primera que se hace- sobre la belleza del casco histórico de Zamora ha abierto un segundo debate, además de mostrar el orgullo de los zamoranos por el inigualable patrimonio de su recinto amurallado. La cuestión es: ¿debería ser la zona antigua Patrimonio de la Humanidad?

Varias ciudades de Castilla y León aprovecharon la oportunidad que brindó la Unesco de distinguir décadas atrás aspectos materiales del patrimonio, como templos, monumentos o conjuntos históricos. Pero Zamora quedó fuera de esa ruta, a pesar de merecer una distinción.

Salamanca recibió el reconocimiento para su centro histórico coronado por las dos Catedrales mientras que Ávila hizo valer su símbolo universal, las Murallas, y Segovia aprovechó el tirón de su emblema más identificativo, el Acueducto. Desde entonces, otros conjuntos, de carácter natural o histórico, se han sumado a la lista del patrimonio mundial. Pero, ¿qué pasa con Zamora? La cualidad de presentar la mayor concentración de iglesias románicas en el casco urbano, una singularidad dentro de toda Europa, no ha sido suficiente hasta ahora...