Cuando este miércoles la sucursal de Caja Rural en la Puerta de la Feria fue atracada, uno de los hechos ciertos era la identidad del hombre que había perpetrado el robo con un cuchillo en la mano. Iba a cara descubierta y era un personaje popular en la ciudad. Tanto que era habitual verlo en tanto que atleta en pruebas deportivas, las que mitigaban la frustración de un salmantino afincado en Zamora, de 39 años, que se había topado en su vida primero con la cárcel y después con las drogas.

Esa es la historia vital de C. S., que hace tres años acudió a este medio para dar a conocer su situación desesperada. Si no encontraba un trabajo de forma urgente, tendría que regresar a la cárcel y eso implicaría un mayor riesgo de recaer en problemas pasados. De hecho, el deportista había desahogado su rabia lanzando los trofeos cosechados en sus mejores años contra los muros de la iglesia de San Juan. Tres años más tarde, la Policía Nacional buscaba allí mismo, el bloque de viviendas en el que reside, al autor del atraco.

Hace tres años, C. S. contaba que fue durante su estancia en la cárcel de Zaragoza, con 23 años, donde encontró lo que él define como "la clave" de su vida, el atletismo -"cuando me siento mal me voy a correr por la ciudad y me calmo, eso me da tranquilidad", justificaba-, le otorgaron el tercer grado, pero solo estuvo tres meses en libertad. "El mismo tiempo que me duró un trabajo. No es ninguna excusa, pero cuando me vi de nuevo sin dinero, como me había acostumbrado a vivir por encima de mis posibilidades, volví a robar y me metieron de nuevo preso. Me engañé a mí mismo. Esa fue la mayor decepción de mi vida, pasé mucha vergüenza, porque todos vieron que no había sido capaz de salir adelante", confesaba.

Su "nueva" vida lo había obligado a llevar un ritmo más modesto, coqueteando siempre con la posibilidad de volver a robar, como ha ocurrido esta misma mañana. C. S. es habitual de las pruebas deportivas de Zamora y también de los comedores sociales.