La espantada de la empresa adjudicataria de las obras del Banco de España no ha gustado nada al Ayuntamiento de Zamora, que buscará la mayor penalización que se le pueda aplicar ajustada a Ley toda vez se resuelva el procedimiento de rescisión del contrato. La UTE Urvios-Proforma, a juicio del equipo de Gobierno, ha incumplido de manera reiterada las cláusulas del contrato en materia de plazos y precios, amén de haber paralizado unilateralmente las obras en diferentes momentos a lo largo del último año. Durante todo este tiempo, Francisco Guarido ha manifestado en diversas ocasiones que se sancionaría a la empresa por los retrasos, alguno de ellos incluso cifrado en 3.100 euros. No obstante, las cartas han cambiado y ahora el Consistorio tomará una posición más agresiva en este conflicto.

La paralización de los trabajos de reconversión del antiguo Banco de España en sede de la Policía Municipal ha dado al traste con los planes que el Ayuntamiento de Zamora tenía en su cabeza. Sin visos de reanudación de las obras a medio plazo, los agentes locales tendrán que continuar trabajando donde lo hacen actualmente, en la Plaza Mayor. Una situación que, además, afecta directamente al traslado del Museo Baltasar Lobo al antiguo ayuntamiento, como estaba previsto. La pena es más grande aún si se tiene en cuenta el precio que pagan las arcas municipales en concepto de alquiler por la Casa de los Gigantes, donde actualmente se exponen las obras del artista de Cerecinos. En total, 90.000 euros anuales, a razón de 7.500 euros al mes, que habrá que seguir abonando hasta que se resuelva este engorroso asunto.

La casualidad ha querido que esos 7.500 al mes, o 90.000 anuales, sean exactamente los mismos que el Ayuntamiento de Zamora debe pagar al Estado en concepto de alquiler por el edificio del Banco de España. El acuerdo firmado por la administración de Rosa Valdeón ha costado a las arcas municipales 240.000 euros desde su entrada en vigor el 1 de enero de 2015. Un nefasto negocio, si se tiene en cuenta que ciudades españolas, como puede ser el caso de Salamanca, han conseguido que Segipsa -la inmobiliaria del Estado- les ceda gratuitamente el uso de los antiguos edificios del organismo.

Los errores del pasado y del presente, en base a estas cifras, condenan a los zamoranos a desembolsar 15.000 euros cada mes y a permanecer sin un Museo Lobo en edificio público y sin un cuartel decente para la Policía Municipal. Una situación que, a priori, tardará tiempo en poder ser resuelta con garantías y beneficios para la ciudad de Zamora.