Una aparatosa avería en la red de agua en un edificio de Cardenal Cisneros de la capital, el situado en el número 39, sorprendió a los viandantes que tuvieron que sortear un chorro que alcanzó una altura de unos 60 centímetros, según los testigos, dato que confirmó el concejal de Urbanismo, Obras y Medio Ambiente, Romualdo Fernández.

Los vecinos del inmueble fueron los encargados de llamar a los bomberos de la capital al comprobar que el agua inundaba parte de la calzada y de la acera, por lo que los empleados públicos tuvieron que intervenir para achicar el agua y despejar la zona. Los trabajos precisaron del uso de un vehículo adecuado retirar el líquido de la calzada, por donde corría con fuerza.

Al mismo tiempo, hasta el lugar se trasladaron técnicos del Ayuntamiento de Zamora y de la empresa adjudicataria del Servicio de Aguas, Aquona, que se afanaron en la búsqueda de la avería y en determinar de dónde procedía, si del suministro de la red pública o del interior del inmueble en el que se detectó el fallo.

Los operarios del servicio municipal cortaron de inmediato el agua para impedir que continuara afectando a la vía pública y para facilitar la rápida localización del daño que pudiera haber sufrido al red en el tramo público o privado, lo que se desconocía al cierre de esta edición.

Los bomberos también tuvieron que intervenir en el número 37 de la misma calle, donde se inundaron los garajes del inmueble, así como a la altura del número 47, donde hubo otra fuga, según las primeras informaciones, puesto que a las 21.30 horas, los funcionarios del Parque de Bomberos aún no habían regresado de la avenida de Cardenal Cisneros, de ninguno de los dos servicios efectuados a partir de las 19.30 horas.

El incidente no tuvo mayores consecuencias, ni fue preciso cortar el tráfico rodado en este tramo de la travesía que cruza la ciudad, una de las vías más transitadas, puesto que se trata de la que lleva a la autovía Ruta de la Plata, con un importante movimiento de vehículos. Los funcionarios municipales procedieron a acotar la parte de la acera afectada por la fuga de agua, cuya extensión no fue grande. En cualquier caso, fue más lo espectacular de la fuga ocurrida en el número 39 que el daño sufrido en la red del suministro de agua.