Carlos del Soto, conocido artísticamente como Bermúdez, a raíz de un personaje que interpretó hace años, actúa esta noche a partir de las 22.00 horas dentro de las VII Noches del Castillo, una actividad que forma parte del Verano Cultural.

-¿Cómo comenzó en el mundo del humor?

-Yo presentaba programas de televisión cuando se me ofreció la oportunidad de hacer "El club de la comedia" allá por el año 2000 y desde entonces me he dedicado a la comedia.

-Esta noche ofrece un monólogo en la fortaleza medieval. ¿Qué podrá ver el público que asista?

- Voy a ofrecer un espectáculo que habla de las relaciones de pareja. Lo aderezo con una serie de opiniones de otras cuestiones de la vida, siempre en tono de comedia y en el registro de "stand-up".

-¿Qué le hace apostar por la temática de la pareja?

-Tengo otros monólogos pero este tema llega a todo el público, dado que siempre hay parejas entre el público, hay personas que no tienen pareja y que la quieren encontrar y otros que no tiene ahora compañero o compañera sentimental pero le gustaría hallarlo. Es una temática en la que todo el mundo, de alguna manera, se siente identificado. Planteo las relaciones amorosas desde el punto de vista de un hombre.

-¿Cómo está diseñado el show?

-Es un trabajo de artesanía en el que para tener una hora y cuarto de espectáculo tienes que ir escribiendo el guión, tienes que ir testándolo, hacer que funcione, modificar cosas, dar el tono y la intensidad adecuada en cada momento para que conecte...

-Un monólogo parece que es una gran improvisación, pero realmente tiene una gran preparación detrás.

-No es un monólogo de Shakespeare (risas). Partes de un texto meditado y diseñado al que otorgas una frescura que conecta con el público y donde incluyes cosas que suceden en el momento.

-¿El humor es necesario?

-Siempre, sin duda. El humor es como el aire, siempre es necesario. La gente necesita reírse, es una necesidad fisiológica más. La risa mejora la calidad de vida, tal y como dicen los médicos.

-Pero quizá no somos tan conscientes...

-Yo recomiendo acudir a un espectáculo de humor aunque haya días en los que no se tiene cuerpo para ello. Yo muchas veces he salido al escenario con un dolor de cabeza enorme y se me ha pasado completamente sin tomar ningún medicamento, simplemente con la adrenalina que se genera sobre un escenario.

-Usted es un hombre polifacético que si tuviera que quedarse con alguna de las artes que cultiva, sería con...

-Sinceramente con hacer comedia y con hacer música porque es donde más disfruto y mejor me lo paso.

-Su vertiente musical no es tan conocida.

-Fui músico profesional antes de dedicarme a la comedia. No lo he dejado, pero lo hago de una forma amateur. Tengo mi grupo "Bye bye pelos". Tenemos nuestras canciones y hacemos muchas versiones de soul y blues en salas pequeñas. En él yo toco el piano y canto. Esta profesión te lleva a intentar dominar el mayor número de disciplinas posibles para intentar sobrevivir de ella.

-¿Y se puede?

-Yo tengo la suerte de haber vivido toda la vida subido a un escenario. En muchos casos he tenido que apostar muy fuerte porque no era tan rentable como yo quería, pero en líneas generales soy afortunado porque he salido adelante haciendo lo que yo quería.