El alcalde de Zamora tiene claro que la paralización del arreglo de las aceras de Cardenal Cisneros después de un tímido inicio en septiembre de 2015 no fue casual. De hecho, en opinión de Francisco Guarido, existió un "tirón de orejas" al subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo, por haber urgido al Ministerio de Fomento la reparación de la travesía y haberlo hecho público en una declaración junto al propio Guarido. Sea como fuere, lo cierto es que una de las zonas más transitadas por peatones de toda la capital continúa presentando baldosas rotas, adoquines levantados y zonas desniveladas en las que caminar se convierte en una auténtica quimera. Por esta razón, el Ayuntamiento de Zamora ha pedido la colaboración del Partido Popular para que se implique en esta reivindicación y se consiga de una vez por todas una actuación integral en el entorno.

"Habrá dinero y trataremos de ir reponiendo, en función de las necesidades, las aceras". Con estas palabras, pronunciadas por Jerónimo García Bermejo en agosto de 2015, el subdelegado del Gobierno se comprometía a presionar al Ministerio de Fomento para el arreglo de las zonas para peatones en Cardenal Cisneros. Un mes después, operarios comenzaban con los trabajos de reparación de adoquines en la esquina entre la avenida y la calle Santa Teresa. Actuación que fue, no obstante, un visto y no visto, puesto que nunca más se ha vuelto a actuar en la zona, pese a la insistencia del Ayuntamiento de Zamora.

Las palabras de Jerónimo García Bermejo pudieron, a juicio de Francisco Guarido, paralizar las obras. "En aquel verano de 2015 nos reunimos con el subdelegado y él se comprometió a urgir a Fomento el arreglo de las aceras. Todo el mundo fue testigo de aquello. Y, sin embargo, las obras no fueron más que testimoniales. Entendemos que alguien debió llamar la atención a alguien, un tirón de orejas. Desde entonces, nada se ha hecho en Cardenal Cisneros", ha explicado el alcalde.

Recientemente, una pregunta de la diputada socialista Mar Rominguera en el Congreso fue contestada con un "sí pero no" por el Gobierno. Decían desde Fomento que es cierto que la vía es de titularidad del Estado, pero que no iban a arreglar las aceras por carecer de funcionalidad vial. "Esa respuesta es una auténtica vergüenza. Evidentemente, no pasan coches por las aceras, solo faltaba. Pero la responsabilidad sobre ellas sigue siendo del Gobierno y nosotros no podemos actuar, porque no somos propietarios. Esperemos que el PP se implique en esto", ha indicado el alcalde.