La investigadora y catedrática de Estadística de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid, Cristina Rueda Sabater, participa hoy en una jornada de trabajo impulsada desde la Asociación por el Acceso a la Universidad en Igualdad, colectivo creado en la ciudad hace unos meses. Esta mujer es la autora de un estudio que analiza el perjuicio que padecen los alumnos de la comunidad que, por someterse a una evaluación más exigente, quedan rezagados en la disputa por las plazas más deseadas en las facultades de Castilla y León.

-Usted es la autora del informe Manu, pero ¿cómo nace esta investigación?

-El informe surge de la convergencia de varias circunstancias. Yo soy profesora de Estadística en la Facultad de Medicina y todos los años hago unas encuestas entre mis alumnos porque con los datos obtenidos practicamos lo estudiado. Siempre pregunto el lugar de origen, llevo haciéndolo 25 años, y en los últimos años he comprobado el fuerte incremento de la procedencia de fuera de la región. Esta tendencia siempre ha ido en aumento, pero en los tres últimos cursos llamaba más la atención. En segundo lugar, tengo hijos en edad universitaria, tengo muy cerca la EBAU (Evaluación de Bachillerato para Acceso a la Universidad) y la antigua PAU (Prueba de Acceso a la Universidad). Mi hijo, que accedió a la universidad el pasado año, tiene un amigo que se llama Manu y un día su madre me llamó desconsolada porque este chico, un alumno brillante que hubiera entrado en la Universidad de Valladolid si las pruebas de Selectividad fuera similares en toda España, tenía que irse fuera de su ciudad a estudiar.

-¿Hubo algún detonante más?

-Un último factor que me animó a realizar este estudio fue que examiné los resultados de los estudiantes de Castilla y León y de fuera que cursan una asignatura que imparto en Medicina. Observé una diferencia significativa, de tal forma que los estudiantes de la comunidad obtienen mejor nota que los que proceden de otras regiones. Quería poner en evidencia con la estadística que se está produciendo un fenómeno preocupante.

-¿Qué conclusiones ha extraído al analizar las notas de acceso a la universidad para la carrera de Medicina?

-El 50% procedía de fuera de Castilla y León y este curso parece que la situación será mayor. En una estimación que he hecho a partir del primer listado de admitidos más de 75% de los estudiantes proceden de fuera de la región, aunque habrá que esperar al mes de octubre para conocer el dato definitivo.

-¿Por qué sucede?

-Pasa porque las notas de acceso de la EBAU, la PAU de antes y previamente la Selectividad, son más altas en unas regiones que en otras. En unas comunidades como Extremadura, Canarias o Murcia ponen 14, la nota máxima. Solo existen dos posibles explicaciones o que estén mejor preparados los alumnos que proceden de Andalucía, Murcia, Canarias o Extremadura con respecto a los estudiantes de Castilla y León y Navarra o bien que los profesores son menos exigentes y ponen notas más altas.

-¿Cuál de las dos justificaciones tienen más peso en su opinión?

-La segunda por mi experiencia. Además el informe PISA indica que la calidad de la enseñanza es un poco más alta en algunos territorios, como sucede en Castilla y León, frente a otras regiones. Los 17 sistemas educativos son distintos y está claro que son más exigentes en unas comunidades que en otras.

-¿Defiende un examen único para que esta desigualdad desaparezca?

-Hay muchas personas que están apoyando lo mismo que yo, pero que proponen un examen único para todo el territorio. Esta propuesta no me gusta pero se comprende con facilidad.

-Entonces ¿qué defiende usted?

-Otra alternativa que es la normalización de las notas para que todos los estudiantes, independientemente de su procedencia, tengan una igualdad de oportunidad para acceder a la universidad. Consiste en utilizar lo que se llama en Estadística los percentiles en vez de utilizar la nota que han obtenido los estudiantes que se han examinado. Sería ordenarlos utilizando el lugar que ocupa dentro de los estudiantes que se han examinado de la EBAU, de tal manera que un joven tendría un 9 si el 90% de los estudiantes que se han examinado sacan peores notas que él, eso sí que sería comparable pues sería el 9 de Castilla y León con el 9 de Extremadura y el de Andalucía y daría igualdad de oportunidades. Es tan simple como hacer una ecuación. Actualmente no podemos comparar las notas de distintas comunidades porque los exámenes son distintos.

-¿Sería complicado ponerla en marcha?

-No y todo son ventajas. Sería únicamente realizar una ecuación simple y sencilla. Cada comunidad seguiría examinando como quisiera, pero lo único que habría que realizar sería una modificación en la nota final. Sería más fácil que alcanzar el consenso para un examen único, que de implantarse generaría que las notas más altas sería de comunidades como Castilla y León, por lo que seguiría habiendo desigualdad entre los alumnos.